lunes, 27 de julio de 2009

Dani desde Calcuta V

Aquí la fruta es bastante buena. Aunque he probado piñas más buenas en España, los mangos están BUENíSIMOS!!!!!. Nadie ha probado allí un mango como estos. Los mangos de aquí no tienen nada que ver, super dulces y maduros... geniales. Luego los platanitos (es que son más gorditos, pero más pequeños) también están riquísimos: pese a que estén verdes por fuera saben como uno muy maduro de Canarias.
Hoy ha llegado un hombre nuevo a Kalighat. Tenía una herida en el pie y otra en la rodilla. Mientras le curaban la del pie (Teresa, Carlos-el que le ayuda- y otro que le sujetaba los brazos para que no se moviera tanto) he tenido que sujetarle yo la otra pierna porque el pobre se retorcía de dolor. Incluso después del pelotazo de chute por vía intravenosa, el hombre se ha quejado. Tenía un agujero en el pie que aparentemente no era mucho (pues estaba sucio -negro- y se confundía con su color de piel); pero cuando Teresa ha empezado a quitar porquería y carne muerta... he vuelto a ver hueso, pero esta vez las falanges del pie. Con razón no podía andar...
Qué gracioso ha sido hoy al venir andando para Sudder (la calle donde solemos ir a comer) y encontrarnos en plena calle con un rebaño de cabras. Tenemos fotos que lo demuestran.

domingo, 26 de julio de 2009

Xemáa al Fna



Estas tres fotos hermosas son de Rubén Pérez. Las tomo de su interesante blog, El espejo que huye.






Estas tres fotos son de la Wikipedia, del artículo sobre la famosa plaza de Marrakech.
Creo que cualquiera de ellas u otra similar sería el fondo de pantalla adecuado para dar cobertura estética a los correos electrónicos que recibimos cada mañana: tus vacaciones desde 16 euros, una rusa guapísima que quiere que le enseñes tu ciudad, antidepresivos de contrabando, frases de autoayuda puestas en boca de Cervantes o García Márquez, aviso de catástrofes, timos de la estampita digitalizados.
Atención, no pretendo entonar el lamento elevado de la vuelta a la Edad Media... Eso es filosofía de trago largo. Me quedo con un chupito superficial. Uno se pregunta: ¿habrá quien se crea lo del trasplante de la niña, lo del banco de la Conchinchina, o que el día 27 de agosto veremos a Marte del mismo tamaño que la luna? Imagino que sólo quienes siguen pensando que la red tiene algo de biblioteca, alguna jerarquía. Pero eso es lo de menos.
Para el cuentista de la famosa plaza o el mendigo que enseña el muñón, para el encantador de serpientes o el acróbata canijo lo importante es acumular público alrededor, que haya gente... Que cualquier chorrada tenga seguidores es la condición previa. El negocio (timo, venta, robo) vendrá después.

sábado, 25 de julio de 2009

Bach siempre

Hace mucho, trajimos aquí el movimiento inicial de la Cantata BWV 169 de Bach a propósito de los reciclados que hace en los conciertos de clave. Hoy volvemos sobre el mismo asunto con el quinto movimiento de esa misma obra. Es una bella aria de contralto, reutilizada en el concierto BWV 1053 como movimiento central y que acaso procede de una antigua obra para travesera u oboe de amor.

Stirb in mir,
Muere en mí,
Welt und alle deine Liebe,
mundo, con todo tu amor,
Daß die Brust
para que mi corazón
Sich auf Erden für und für
por siempre jamás en la tierra
In der Liebe Gottes übe;
practique más y más el amor a Dios;
Stirb in mir,
muere en mí,
Hoffart, Reichtum, Augenlust,
arrogancia, riquezas, avaricia
Ihr verworfnen Fleischestriebe!
corruptos instintos de la carne.





Clave




El posible origen

viernes, 24 de julio de 2009

Dani desde Calcuta IV



Estoy muy bien adaptado por aquí, amén de que aún no he caído en la diarrea; el otro día tuve una falsa alarma, pues lo que yo pensé que iba a ser aguachirri al final se quedó sólo en crema pastelera; y hoy ya ha sido el éxtasis: he cagado duro como una roca y encima NO ME HE MANCHADO!!
Lo peor de todo es que uno se acostumbra a ver a la gente viviendo en la calle, uno ve “normal” tanta miseria. A diferencia de allí, si ves un pobre por la calle te da cosica, porque no es lo normal. Aquí al contrario: lo normal es ver a gente viviendo en la acera. De hecho, lo normal es que los peatones (que los hay a mogollón, pues Calcuta está superpoblada -lo cual esta muy relacionado con la pobreza) vayan caminando por la calzada (una de las razones por la que los coches constantemente pitan), porque, o no hay acera, o normalmente cada 20-10 pasos (depende de qué calle) te encuentres “obstáculos”.
Últimamente hay más camas vacías de lo normal en Kalighat. Cada vez cuesta más encontrar a gente muriéndose (literalmente) en la calle. Como nos contó la médico de Kalighat (centro al que voy), la razón es que el gobierno ha ordenado a la policía que a todo el que vea en esa situación, lo monte en un tren.
Hoy ha sido un día muy chulo y fuera de lo normal (dentro de que hasta ahora ningún día ha sido normal por aquí). Dos veces al año es el Día del Voluntario. Por la mañana ha sido libre: hemos ido a ver el Victoria Memorial, esto es, el palacio de la reina Victoria cuando los guiris colonizaban esto. Es un palacio bastante grande, rodeado de jardines preciosos y muy verdes y no parece que estás en Calcuta cuando paseas por ellos. Luego hemos ido a una iglesia (creo que era protestante) y me ha sorprendido un cuadro de la típica escena de mil ochocientos y pico, en plena colonización, con la iglesia de fondo, y paseando por el parque varias inglesas, con sus vestidos de repollo con volantes (tipo meninas) y todas con un indio sujetándole un paraguas como sombrilla.
Después hemos ido al New Market. Se trata de una especie de mercadillo, pero en interior y con puestos fijos; más o menos viene a ser la plaza, pero no sólo se compra comida: se compra de todo (yo he intentado comprar un sitar, pero me pedían mucho y además era una mierda y no sonaba un mojón). Lo peor es que al entrar hay indios cuyo trabajo consiste en pegarse a ti y aconsejarte dónde ir: te preguntan qué quieres y te dicen de llevarte. Son pesadísimos. No te cobran por ello, pero evidentemente se llevan comisión en las tiendas que aconsejan, y ya digo, son super pesados. Como te vean pinta de guiri (algo difícil de disimular por aquí) es imposible deshacerte de ellos. La paciencia es su arma, porque saben que al menos les vas a preguntar dónde coño está la salida, pues eso es como un suburbio de pasillos casi similares y muy laberínticos. Por muchos feos que les hagas ellos te siguen a todas partes.
Luego por aquí hay voluntarios que no tienen ni puta idea de dónde coño están. Otros sí. Hoy que hoy he estado hablando con una española que lleva desde marzo viajando la India. Dice que sin duda la ciudad más pobre es Calcuta, que habiendo estado aquí sobreviviríamos a cualquier otra ciudad del país. Otras (no sé por qué, pero mujeres)piensan que aquí no hay pobreza, que es su cultura y su estilo de vivir; que en Barcelona un pobre es peor porque esta solo, pero aquí no porque hay muchos y se ayudan entre ellos. No es extraño verlas vestidas superpijas con un faisán sobre el cuello (osease, un pañuelo de “¿dónde vas con eso, colegui?”) y que se quieran volver a España en breve porque aquí no pintan nada. En verdad esto no lo asimila todo el mundo (aunque afortunadamente al menos la mayoría de aquellos con quienes hablo sí).
Una de las razones de no asimilar esto puede ser el ver cosas como la herida que vi el otro día en Kalighat (aunque tampoco es obligatorio ir a los centros): se trataba de una herida en el talón. Nunca he visto nada parecido, ni en fotos. No sólo se veía el hueso del talón perfectamente, sino además el tendón, porque en toda esa zona no había piel ni carne. Es increíble la imagen de ese pobre hombre (que por cierto, se parece a Sagat, el del Street Fighter) boca abajo, mordiendo la almohada, un voluntario sujetándole la pierna con una mano y el tobillo con la otra, y la médico cortando con unas tijeritas pequeñitas restos de hueso del talón necrosados o infectados (porque los cachitos que cortaba estaban negros). De heridas vamos bien despachados. Los primeros días, cuando realizaban las curas no quería mirar pero con el tiempo quiero conocer más a las personas que hay aquí, y saber por qué están y qué les pasa.
Hay otro que en el lado izquierdo de la cadera, a la altura del culo tiene un agujero inmenso. Me impresionó cómo la médico (su nombre es Teresa, y es de Italia), después de curar la herida, se la rellenó con unos polvos (supongo que cicatrizantes). Hay otro (creo que tiene sida) que es el hombre más delgado que he visto en persona. Exactamente igual que los que salen por la tele de África: su húmero (el antebrazo le abulta más pues consta de dos huesos -cúbito y radio-) es casi la mitad de lo que puede abarcar rodeándolo mi pulgar e índice; es decir, solo tiene pellejo, SOLAMENTE. Da grima tocarlo porque sólo tocas hueso, nada de músculo; y a personas así lo poco que hay que hacer es demostrarles cariño con cosas tan tontas como tocarlos y darles masajillos. Con solo tocarlos, son felices.
Una cosa que me impresiona de aquí es cómo se ayudan entre ellos. Si a la hora de darles el medicamento no tragan bien (hay algunos un poco retrasados, o como se dice aquí, “mental”), los que están menos mal y pueden medio caminar se acercan y hablan con ellos; porque eso es otra, el idioma. Como iba diciendo, se ayudan mucho entre ellos. Recuerdo cuando estuve en el comedor de los Trinitarios que ni mucho menos había tan buen rollo entre los que iban a comer. Ahí comprendí un poco más a la madre Teresa cuando se refería a que en Calcuta habitan los más pobres de entre los pobres.
A la hora de comer el primer día fue dantesco (ya estoy acostumbrado). Si aquí a todas las comidas las acompañamos de pan, allí lo hacen de arroz; lo que cambia es la salsa o condimento que le echan: pescado, patatas, etc… Lo sorprendente es que comen con las manos (y siempre arroz…). Es un espectáculo verlos comer, y es toda una técnica muy depurada (aunque no menos algo repugnante). Sólo se pringan una mano: la derecha, porque recordad que con la izquierda se limpian el ojal.
Como iba diciendo, hoy fue el Día del Voluntario, y por la tarde, cada país debía preparar un número para los demás (teatro, canción)… Los chinos han cantado una canción super friki con baile incluido que es igual que la del final de cualquier dibujo japonés. Luego, el grupo internacional (constituido por voluntarios sueltos que no iban con ningún grupo en concreto y de varios países) han hecho un teatro muy chulo. Nosotros hemos hecho una mierda: hemos bailado el Aserejé, he imitado al pollo (y de eso estoy muy orgulloso) y hemos cantado el “Soy cordobés” y el popurrí de siempre mientras sacamos a los chinos a bailar (qué poco arte tienen los cabrones).
Hoy me he extendido más en el correo porque estoy escribiendo desde el portátil que nos hemos traído para descargar las fotos todos los días.
Pues nada, os dejo. Que me estoy adaptando muy bien y seguiré dando noticias.
Adjunto una foto que me echaron tomando una cerveza (el primer día que llegamos) en un hotel (concretamente el hotel de la película “La ciudad de la Alegría”) para que apreciéis el “compadreo” que se traen por aquí los cuervos (algo a lo que también uno se acostumbra).

Música concreta española: Sinfonía para un pecador de la pradera solo

Una obra de música concreta, sí, pero enriquecida por el nacionalismo (folklore español y americano), la interculturalidad (músicas del mundo), el sentimiento ecológico (rugidos, mugidos).

“La recuperación del sonido en su dimensión de "ruido" es la recuperación de una dimensión de la sensibilidad, de la capacidad de sentir, inhibida históricamente. Ahora bien, la condición propiamente musical del sonido está dada por el hecho de que su acontecer es determinado por un trabajo de composición. En este sentido, lo determinante no es la simple novedad del sonido en sí, sino el hecho de que sea convocado por la composición. En 1949 los compositores Pierre Schaeffer y Pierre Henry, a partir de sus investigaciones en música concreta, producen la Sinfonía para un hombre solo, la cual se basa en los sonidos y ruidos que un solo hombre es capaz de producir sin ayuda de ningún instrumento. Los sonidos, tanto humanos (respiración, gritos, etc.) como no humanos (pasos, golpes de puertas, etc.), no son en sí mismos inéditos, no obstante la obra sí lo es. Aquí lo nuevo corresponde más bien al hecho de escuchar esos ruidos, lo cual no significa la simple inmersión y disolución del trabajo del compositor en la anónima y trivial materialidad de lo cotidiano, sino que, por el contrario, la música alcanza un alto grado de idealidad al quedar remitida, en la instancia de su recepción, al concepto en el que tiene su origen y fundamento”. Con estas palabras han puesto en contexto los musicólogos la obra de Gregorio Esteban Sánchez Fernández (Málaga, 1932) Sinfonía para un pecador de la pradera solo. Sánchez Fernández tenía 17 años cuando fue compuesta la genial obra de los franceses, pero al parecer no la conocía todavía. Ni tampoco la que parece su influencia más evidente: Las variaciones para una puerta y un suspiro.

-Don Gregorio Esteban
-Llámame Chiquito. Chiquito de la Calzada.
-¿Qué opina de Henry y Shaeffer?
-Son dos fenómenos
-¿Su obra es de ese mismo año?
- Mi obra es del año cuatro. La compuse después de los dolores.

miércoles, 22 de julio de 2009

Dani desde Calcuta III

Respecto a por aquí, muy bien. Es el quinto día y estoy mucho más adaptado. Ya no repugna tanto pasar por el barrio árabe (una calle en la que te vienen bofetones de... de to. Y eso que mi olfato no es muy desarrollado). Creo que nunca me podré "aburrir" de pasar por el barrio árabe (sólo pasamos por una calle de ese barrio, aunque muy larga); siempre habrá un tenderete (suelen ser de tres metros cuadrados) que me sorprenda y que no haya visto, pues están hacinados y uno no puede caminar lento, debido a los olores y el ambiente. Es como un mercadillo a lo bestia (muchas calles de Calcuta son un mercadillo a lo bestia). Si pasas a la hora de comer, y estan calentando comida en la calle... buf (y encima hay un estercolero al lado). Además ves por ejemplo una carniceria (o lo que se supone de ella) donde hay un conejo y un carnero (los árabes no comen cerdo y los indios no comen vaca) colgados y despellejados, y las moscas merodeando, y cuatro o cinco cuervos al lado, esperando a que el carnicero que está cortando la casquería les vaya echando restos... Lo de los cuervos es impresionante: si hay alguien durmiendo en la calle, merodean para ver si ha caído ya o no. En verdad, no es común ver a gente morir en la calle, es muy raro (lo que no es raro es la gente viviendo en la calle). Yo a los cuervos ya me he acostumbrado. Ya veréis las fotos, aunque no podemos hacer muchas, porque el indio es muy orgulloso de su país y no quiere que reluzca la miseria.
Joder, me hacéis contar sólo lo chungo de Calcuta. No todo es así: el metro no parece de esta ciudad. Vale lo mismo que el autobús (4 rupias) y está bastante limpio (casi como el cercanias mas chungo de allí, que ya es estar limpio) y se viaja bien, porque los taxis... (eso otra movida: otra crónica). Joder, tengo que hacer crónicas de tantas cosas... Hoy hemos comido en el "vasco" (se llama así porque parece ser que hay o hubo un cocinero vasco) y he comido tortilla de patatas (como allí!!!!!!!!!!!!) y una tostada con tomate y una pechá de ajo (o sea, que picaba), pero bien. Luego, antes de conectarme ahora, he comprado algo de ropa, que aquí está baratísima (camisas chulas por 150 rupias, al cambio unos dos euros y medio).
Bueno os dejo
Namaskar!! (hasta luego!!)
Pd: ahora mismo hay un musulmán por la calle con un megáfono y cantando. Mola pasar por las mezquitas y ver a los árabes rezando...

martes, 21 de julio de 2009

Dani desde Calcuta II

Hoy es el segundo día que he ido a Khaligat (centro donde llevan a gente moribunda de la calle para que, después de haber vivido como un perro -que ya os dije cómo eran-, al menos puedan morir con la dignidad de un ser humano) y me ha tocado llevar a embalsamar tres cadáveres. Ha sido toda una experiencia la especie de tanatorio que hay; supongo que seria el tanatorio del barrio. Es una habitacion grande con bancos en la pared y gente sentada y charlando. Subiendo unas escaleras había otra habitación cuadrada sin sillas y más pequena donde depositamos los cadaveres. De ahí pasan al crematorio, que estaba al abrir una reja (vamos, que se veia). La anécdota ha sido la siguiente: hemos ido un chinorri, uno que trabaja allí (indio de pura cepa) y yo. Cuando estábamos esperando a que terminara un horno para el último cadáver, oigo a un "notas" pegando voces y que se acercaba (aunque no lo veía). Resulta que era otro entierro, de una mujer, y además de casta superior, ya que habia mucha gente y el lugar donde yacía estaba muy adornado (los indios son súper.... para adornar cosas, si vierais los taxis por dentro...). Bueno, pues como el horno no había acabado, estabamos en la habitación, el chino, el indio que trabaja en Khaliga y yo, más todos los familiares de la difunta. Qué situación más extraña: me miraban con una cara... (el chino y yo íbamos con delantal, pues en el centro se trabaja con él). Imaginaoslo. Me miraban más a mí que al chino -lo cual es logico, pues China esta al lado de la India. Hablando de chinorris, qué eficientes son los coreanos: a la hora de hacer trabajos, son super eficientes chinos, coreanos...). Bueno, os dejo que me tengo que ir. Seguiréis teniendo noticias.

lunes, 20 de julio de 2009

Manos

Lo manda Gabry

domingo, 19 de julio de 2009

Dani desde Calcuta I

Aquí son pobres hasta los perros. Es algo que (entre milones de cosas) me ha llamado la atención: jamás vi perros (por cierto, sólo hay una misma raza de perro, lo que varía es el color) con tan poca gana de vivir, como asqueados de la vida, el rabo no lo mueven pa na, nada de ilusion por olisquear la porquería y la comida... Ese sería el resumen.
Fuera de coñas, aquí hay mogollón de miseria; pero bueno, era lo que me esperaba.
Otra cosa que me ha llamado la atención: allí en Córdoba es común ver los gorriones picotear y eso, ¿no? Pues aquí en vez de gorriones hay cuervos, no es coña. Los cuervos merodean como Pedro por su casa; además, apenas le tienen miedo al hombre (como los gorriones allí). Por las calles siempre está presente (aparte de los pitos de los coches) ese graznido tan desagradable de los cuervos.
Ah, y otra cosa surrealista es el tráfico. Aquí todo el mundo va pitando. Si conduces y no tienes pito no eres nadie. Los semaforos son optativos (así como los carriles); el primer dia el taxi fue una odisea...
Bueno, seguiré dando noticias. Si queréis preguntar algo en concreto...

miércoles, 15 de julio de 2009

Más Chiquito

La cítola del Castillo de Warwick




Me manda José Ignacio esta curiosa foto que me trae especiales recuerdos. Recuerdos de cuando hace unos años estuve viendo varios días seguidos el instrumento mostrado en el Museo Británico. Y recuerdos de las reflexiones que su existencia provocó en el seno de CINCO SIGLOS.
El instrumento sobre el que trabaja el señor de la foto es una cítola inglesa del siglo XIV (hacia 1340) que ha podido conservarse gracias a su conversión en viola en el siglo XVI. Ciertos desgastes y marcas muestran que fue bastante tocado en su etapa antigua y varios detalles de su construcción (ligereza, ausencia de decoración en ciertos puntos...) muestran una voluntad de búsqueda sonora.






Pero la riqueza de su ornamentación nos sobrecoge.
Las fotos no llegan a mostrar en detalle las escenas talladas en el boj de la caja: un hombre varea una encina para que caigan las bellotas que alimentan a los cerdos de la piara que cuida. Si te fijas bien, puedes casi verlo en la segunda de las fotos, Ese ejemplo me impresionó. Hay muchos más.
Las pocas veces en que nos topamos con instrumentos reales (casi siempre fragmentos) nos sorprende esa riqueza.
Entonces, ¿por qué se usan hoy instrumentos más baratos para la música medieval que para la renacentista o la barroca?

domingo, 12 de julio de 2009

La música y el canto (Lucrecio)

De otro lado, el imitar con la bocina los claros sones de los pájaros fue mucho antes de que los hombres pudieran cantar a coro finas canciones y dar gusto a los oídos; también los silbidos del Céfiro a través de huecos de caña enseñaron primero a los campesinos a tañer huecos carrizos; luego, poco a poco, fueron aprendiendo los dulces lamentos que, pellizcada por dedos de músico, derrama la flauta, inventada por perdidos matorrales y bosques y sotos, en yermos y clara holganza de pastores.
Así cada cosa poco a poco el tiempo va poniendo al alcance y el cálculo la saca a las riberas de la luz. Estas cosas ablandaban sus corazores y les agradaban junto con el buen comer: que es entonces cuando todo al corazón llega; a menudo por eso tumbados en compañía sobre la blanda grama, junto a las aguas de un arroyo, bajo las ramas de un árbol crecido, sin muchos gastos daban regalo a sus cuerpos, sobre todo si sonreía el buen tiempo y la estación del año pintaba de flores el verde prado; solían venir entonces las bromas, la charla entonces, entonces las gozosas carcajadas: pues entonces la musa campesina florecía; entonces una alegría retozona aconsejaba coronar cabeza y hombros de guirnaldas trenzadas con flores y hojas, y sin compás salir a mover el cuerpo sin maña y con desmayado pie zapatear sobre la tierra madre; ello levantaba risas y gozosas carcajadas, pues todas estas cosas entonces por nuevas y raras tenían más realce. Y si luego se quedaban en vela, aliviaba su sueño hacer mil variaciones con la voz y modular tonadas, y sobre carrizos deslizar arqueado labio: por eso todavía hoy los centinelas cumplen tales tradiciones. Y los de aquella raza aprendieron a mantener el compás, y no creas que luego el monto de gusto que de ello se saca sea ni una migaja mayor que el que sacaba en los bosques la raza de los terrígenas.

Lucrecio, La naturaleza. Lib V, 1388 y ss. Trad. Francisco Socas

jueves, 9 de julio de 2009

La guitarra que trasciende

[7 de julio de 2009. Festival de la Guitarra de Córdoba. Antonio Vivaldi, Sonata RV. 46. Juan Sebastián Bach, Pastoral, Aria. François Couperin, Les silvains, Les barricades misterieuses, Les tours de passe passe. Francisco Tárrega, Paquito, Sueño, Las dos hermanitas, Alborada. Dionisio Aguado, Adagio et Polonaise. Steve Goss, El llanto de los sueños. Isaac Albéniz, Zambra granadina, Torre Bermeja. David Russell. Sala Orive. 21:30 horas. Lleno]

Comenzar un recital de guitarra con seis obras originalmente escritas para violonchelo y bajo continuo (la sonata de Vivaldi), órgano (la pastoral de Bach), orquesta de cuerda (el aria), o clavecín (las tres piezas de Couperin) y abordar dichas transcripciones partiendo directamente de las fuentes e intentando una fidelidad máxima a la música, dice mucho de la personalidad musical de David Russell (1953).
Ya desde la sonata de Vivaldi (la única pieza del recital que, si bien magníficamente tocada, no llegó al “cum laude” que merecieron todas y cada una de las demás) se mostraba esa característica de las transcripciones del escocés: nada de simplificaciones “idiomáticas”, nada de caminos fáciles: que toda la música entre en las seis cuerdas de la guitarra. Por eso, sus versiones de las encantadoras piezas de Couperin (uno de los momentos cumbre de la noche) no parten de las varias transcripciones antiguas y modernas para cuerda pulsada, sino de los originales para clave; y están realizadas desde esa filosofía apuntada más arriba: primero la música y después la música. Y David Russell no suele transcribir obras fáciles. Si repasamos su discografía, encontramos desde versiones de piezas para flauta sola (la célebre Partita de Bach) hasta orquestales, como el Aria de la Suite n. 3, obra inmortal de Bach que arrancó el martes uno de los aplausos más largos de la noche. Imagino que esta originalidad en el repertorio fue sentida como una agradable bocanada de aire fresco por los muchos músicos de guitarra que formaban el auditorio. Y aseguro que fue un regalo para el público no guitarrista. Pero había más; al menos, dos regalos más.
La guitarra es un instrumento con una personalidad enorme y su técnica parece generar toda una serie de clichés estilísticos que han ido retroalimentándose y dando lugar a una forma de tocar e incluso de escribir para ella. No es éste el sitio de discutir esos clichés, ese conjunto de “cualidades” y “defectos” muy marcados que solemos llamar “personalidad”. Lo que quiero destacar es que la técnica que exhibe Russell y el estilo que se asienta en ella parecen trascender el mundo de la guitarra, parecen provenir incluso de otros referentes: sus trémolos son y no son los trémolos habituales, su forma de insertar los armónicos con asombrosa naturalidad (sin ese “atención, que llegan los armónicos”), su fraseo al margen del mástil, sus trinos… son únicos. También los colores sutiles de los timbres, si bien éstos se vieron algo perjudicados por la desacertada idea de amplificar el instrumento. Con esta técnica generadora de estilo, también los autores más habituales en los conciertos de guitarra (Tárrega, Aguado…) sonaron de una manera absolutamente nueva.
Junto a las sorpresas del repertorio y el estilo interpretativo, brilló, como tercera cualidad del recital, el eficaz sentido del espectáculo que tiene Russell. También este aspecto nos ayudó a casi olvidar las incómodas sillas de la Sala Orive (otra cosa que habría que mejorar) y a sentir que vivíamos una velada inolvidable. El dominio de la escena se manifestó no sólo en la elección de las tres acertadas propinas, sino también en los bien dosificados comentarios, que incluyeron la lectura del poema de Lorca que sirve de inspiración a la obra más moderna del recital: El llanto de los sueños de Steve Goss (1964). “Negro/ aljibe de madera” escribe el poeta en ese poema lleno de llantos, suspiros y sollozos. Alto al tópico. El aljibe, ahora lo sé, puede también llenarse de luces y colores.

Antonio Torralba

[Publicado hoy en El Día de Córdoba]

miércoles, 8 de julio de 2009

Los Romero, familia de guitarristas

[6 de julio de 2009. Festival de la Guitarra de Córdoba. Tomás Bretón, Preludio de la Verbena de la Paloma. Joaquín Rodrigo, Tonadilla. Francisco Tárrega, Recuerdos de la Alhambra. Heitor Villa Lobos, Preludio n. 3. Luigi Boccherini, Fandango del Quinteto n. 4. J. Pachelbel, Canon y Giga. Sebastián de Iradier/Tárrega, La Paloma. Celedonio Romero, Fantasía cubana. Pepe Romero, De Cádiz a la Habana. Cuarteto Los Romero. Sala Orive. 21:30 horas. Lleno]

La sección clásica del Festival de la Guitarra de Córdoba regresó de nuevo el lunes a la Sala Orive para ofrecernos su quinta entrega. El cuarteto de guitarras formado por los hermanos Pepe y Celín Romero y por los primos Celino (hijo de Celín) y Lito (hijo de Ángel Romero, antiguo miembro de la formación) ofreció un variado y ameno recital muy aplaudido por los amantes de la guitarra que llenaban la sala. El programa consistió en cuatro obras para cuarteto (tres arregladas y una original), otras cuatro a solo (una por cada miembro de la formación) y un dúo.
Los arreglos para cuarteto fueron sobre obras de Tomás Bretón (éste realizado por el compositor cordobés Lorenzo Palomo), Pachelbel (sus célebres Canon y Giga sonaron en lugar de la obra de Francisco de Madina inicialmente programada) y Boccherini (el fandango del Quinteto n. 4). La obra original, la mejor interpretada a mi juicio de las de cuarteto, fue De Cádiz a la Habana de Pepe Romero, amenísima pieza llena de sugestivas referencias a los ritmos populares de los lugares a que alude el título.
El recital subió un escalón más en su calidad interpretativa con el dúo de Joaquín Rodrigo Tonadilla que tocaron magistralmente Pepe y Celino Romero. Tío y sobrino estuvieron a la altura de esta obra que también aportó en sus armonías la mayor modernidad de lenguaje de la noche.
Pero serían las obras a solo las que marcarían el culmen de la exhibición de buen hacer y calidad artística que ofreció esta familia de raíces malagueñas. Los cuatro guitarristas realizaron lecturas impecables e inspiradísimas de las obras de Tárrega (Recuerdos de la Alhambra y un arreglo de la habanera La Paloma de Iradier), Villa-Lobos (el hermoso Preludio n. 3) y Celedonio Romero (Fantasía Cubana), el padre y fundador de esta estirpe musical, de esta rama andaluza de la guitarra española que la Guerra Civil obligó a florecer y fructificar en California. Rasgos comunes de los cuatro intérpretes fueron el volumen (soberbios instrumentos acaso salidos del taller de Pepe Romero hijo), la limpieza, la versatilidad tímbrica, la musicalidad y la capacidad de matiz dinámico. A ellas, los dos mayores (Pepe y Celín) añadieron ese temple y esa seguridad en el fraseo que da la edad y la recurrencia: la familiaridad apasionada con el repertorio.
Como propina, Los Romero hicieron sonar otra pieza del padre y abuelo al que deben su destino artístico. Noche en Málaga, la primera obra que un recién enamorado Celedonio dedicara a su amada Angelita, llenó de emoción los últimos minutos de la velada. Tan viajera como su instrumento, la figura de aquel guitarrista de familia malagueña que nació en Cuba, estudió en España y vivió y murió (1996) en California, fue evocada con sencillas palabras por sus hijos y revivida durante los tres minutos que duró su inspirada obra. Nos hizo reflexionar sobre los límites de la geografía española.

Antonio Torralba


[Publicado hoy en El Día de Córdoba]

sábado, 4 de julio de 2009

Sonidos de las Américas

[2 de julio de 2009. Festival de la Guitarra de Córdoba. Carlos Guastavino, Las Presencias n. 6 “Jeromita Linares”. Miguel del Águila, Boliviana. Michael Daugherty, Bay of Pigs. Gabriela Lena Frank, Inca Dances. Astor Piazzolla, Tango sensations, Milonga del Ángel, Muerte del Ángel. Manuel Barrueco, guitarra. Cuarteto Latinoamericano. Sala Orive. 21:30 horas. Lleno.]

Magnífico concierto el que abrió el jueves la sección “Los clásicos” del Festival de la Guitarra de Córdoba. Lo fue no sólo por la absoluta genialidad interpretativa de su principal protagonista, el guitarrista cubano Manuel Barrueco, sino también por otros muchos atractivos del evento, tres de los cuales paso a comentar.
Siguiendo con el aspecto interpretativo, hay que destacar la maestría y versatilidad estilística del Cuarteto Latinoamericano. Cada uno de los miembros de esta veterana formación mejicana (los tres hermanos Bitrán y el violista Javier Montiel) aprovecharon individualmente las numerosas oportunidades que el repertorio les daba para exhibir sus extraordinarias dotes musicales, pero deleitaron sobre todo con lo que más seduce de los buenos cuartetos: la conjunción, la creación de un instrumento nuevo y más rico hecho de la suma de cuatro. A pesar del ruidito que hacía el aire acondicionado, la acústica de la Sala Orive (¡bienvenida a la vida musical cordobesa!) prestó su encanto a la sonoridad del quinteto, y fue sin duda otro aspecto que contribuyó a la magia de la velada. Es tan noble y ha sido restaurada con tanto acierto que habría que cuidar más la escenografía de cada evento (no quedaban bien, por ejemplo, los carteles del festival tras el escenario) para no restarle belleza.
El tercer aspecto que destacaré es quizás el principal: la música. Es difícil imaginar un programa más acertado: atractivo, con enjundia musical y lleno de obras de muy reciente composición. Empezando por estas últimas, me pareció especialmente brillante Boliviana del compositor uruguayo Miguel del Águila (1957), escrita expresamente para la formación y estrenada en abril de este mismo año. Sus tres tiempos (Volviendo a casa bajo la lluvia, Perdí mi camino en la oscuridad, Y el sol salió), aún siendo de muy moderno lenguaje, se escuchan con el mismo ingenuo placer con el que disfrutamos las descripciones de la naturaleza y sus efectos en las célebres Estaciones de Vivaldi. Y lo mismo, aunque en algo menor grado, podría decirse de las otras dos obras más actuales, firmadas por los estadounidenses Michael Daugherty (1954) y Gabriela Lena Frank (1972).
El resto del programa dio protagonismo a la música argentina: una obrita deliciosa de Carlos Guastavino (1912-2000) y tres (cuatro, contando el vibrante Libertango de la propina) de Astor Piazzolla (1921-1992). Guastavino escribió nueve retratos de personajes imaginarios que tituló Presencias. Siete son para piano, una para violín y piano y otra (la número 6, “Jeromita Linares”, con que empezó dulcemente la velada) para cuarteto de cuerda y guitarra. Piazzolla sonó en arreglos del bandoneísta César Olguín y del propio protagonista de la noche, Manuel Barrueco, que quiso mostrar su talento como suelen hacerlo los más grandes: mezclándolo sin alardes con el de sus amigos y poniéndolo al servicio del arte.



Antonio Torralba


[Publicado hoy en El Día de Córdoba]

viernes, 3 de julio de 2009

La pipa de Bach

La canción Pensamientos edificantes de un fumador de tabaco, BWV 515a fue quizás compuesta o sólo arreglada por Bach. José Joaquín Herrera V., del "Círculo de la Pipa" hace un interesante y divertido comentario de esta pieza. No os lo perdáis. Es altamente especulativo... pero, ¿acaso vamos a dudar de aquel verso de Mallarmé?

Todo Pensamiento emite un Tirar de Dados
Toute Pensée emet un Coup de Dés




Klaus Mertens, barítono
Ton Koopman, clavecín

Sooft ich meine Tobackspfeife,
Mit gutem Knaster angefüllt,
Zur Lust und Zeitvertreib ergreife,
So gibt sie mir ein Trauerbild -
Und füget diese Lehre bei,
Dass ich derselben ähnlich sei.

Die Pfeife pflegt man nicht zu färben,
Sie bleibet weiß. Also der Schluss,
Dass ich auch dermaleinst im Sterben
Dem Leibe nach erblassen muss.
Im Grabe wird der Körper auch
So schwarz wie sie nach langem Brauch.

Ich kann bei so gestalten Sachen
Mir bei dem Toback jederzeit
Erbauliche Gedanken machen.
Drum schmauch ich voll Zufriedenheit
Zu Land, zu Wasser und zu Haus
Mein Pfeifchen stets in Andacht aus.

miércoles, 1 de julio de 2009

Analgésico de Juan Sebastián Bach




Höchster, mache deine Güte
Ferner alle Morgen neu.
So soll vor die Vatertreu
Auch ein dankbares Gemüte
Durch ein frommes Leben weisen,
Dass wir deine Kinder heißen.

Omnipotente, derrama tus favores
sobre nosotros cada día.
Que tu paternal afecto
sirva de guía a nuestras almas
en el camino recto,
y merezcamos llamarnos hijos tuyos.

"Bárbara belleza" (Telemann)

"[Trabé conocimiento] con la música polonesa y hanake, en toda su verdadera y bárbara belleza. Era ejecutada, en algunas hosterías, por cuatro instrumentos: un violín muy agudo, una gaita polonesa, un Quint-Posaune (trombón bajo) y un Regal (órgano pequeño). En los círculos más importantes no había regal; pero los otros instrumentos estaban reforzados. He escuchado hasta treinta y seis gaitas y ocho violines juntos. Es increíble qué fantasías extraordinarias no inventan los tocadores de cornamusa o de violín cuando improvisan mientras los danzantes descansan. Quienquiera que tomase anotaciones podría en ocho días, hacer provisión de ideas para toda su vida entera. En una palabra, hay mucho de bueno en esa música, si uno sabe servirse de ella... En este estilo he escrito grandes conciertos y tríos, que he vestido luego a la italiana, haciendo alternar Adagio y Allegro"

(fragmento de una Autobiografía de Telemann, citado por Romain Rolland en Viaje musical al país del pasado, Ricordi americana, Buenos Aires, 1919. p. 97)


Cuarto movimiento (Presto) del Concierto para flauta dulce, flauta travesera, cuerda y continuo en mi menor TWV 52:e1 de Telemann

Jean-Marc Goujon, traverso
Luis Beduschi, flauta dulce
Ensemble Matheus,
dirigido por Jean-Christophe Spinosi