lunes, 27 de septiembre de 2010

Evaristo Baschenis. Instrumentos en silencio


Pasa en general con todos los instrumentos, pero en especial grado con los musicales. Contemplarlos en reposo (en una estantería, dentro de su estuche o sobre una mesa) produce una cierta inquietud. También su representación plástica, a menudo difícil, mantiene esa sensación que se mueve, con muchos matices, entre la atracción y el respeto. Como si fueran armas.
No sabía -lo he leído estos días- que las pinturas admirables de Evaristo Baschenis (1617-1677), sus composiciones con instrumentos musicales, tan populares en el mundillo de la música antigua, eran casi desconocidas hace poco más de cincuenta años. Las principales investigaciones sobre su vida y obra son posteriores a 1995. Sacaron a la luz retazos de la vida de este hombre peculiar: su ordenación sacerdotal en torno a 1647, el establecimiento de un taller en 1643, la fuerte influencia que ejerció sobre su arte el de Caravaggio durante un viaje a Roma, la huella que él mismo dejó en otros artistas admirables como Bartolomeo Bettera, que exageró su tendencia a colocar los instrumentos en posiciones poco corrientes, o Giuseppe Recco.




sábado, 18 de septiembre de 2010

Uniformes escolares

Ahora los defienden desde muchos lados. Está de moda (un poco al menos) apoyarlos. Yo los odio por varios motivos. Uno de ellos: creo que fundamentan una de las armas argumentales con las que los centros concertados se "libran" de los alumnos que no quieren. Los centros concertados (esto es una evidencia) tienen menos alumnos con "necesidades educativas especiales", menos alumnos "difíciles", en parte, porque a la gratuidad concertada hay que añadirle los cien eurillos de nada del uniforme. Y eso disuade. Hay más razones, muchas más, tanto si su hijo tiene problemas ("mire, es que aquí no contamos con ..."), como si no ("mire, tenemos unas instalaciones deportivas que para sí las quisieran..."), pero ésa es una de ellas.
Más razones: apartan la escuela de la vida real,  a menudo son sexistas, fuerzan a diferenciarse a partir de unos condicionantes chungos, son feos a rabiar, están cargados de connotaciones poco controlables por quien los lleva.
Ahora los defienden desde muchos lados, también algunos rojillos añorantes de su infancia. La nostalgia no es el deseo de regresar a un pasado mejor, es el deseo de regresar al origen y punto. Fuera el que fuese.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Creencias

Me agradó ver escrito con gracia (por Manuel Vicent en El País) algo de lo que hablo a menudo. Y defendido con parecidos argumentos.


Creencias (Manuel Vicent)
Uno de los misterios del cerebro humano consiste en que un premio Nobel de física puede ser miembro al mismo tiempo de la secta de la Lagartija Dorada. A lo largo de la evolución de nuestra especie el córtex, donde radica la inteligencia, se sobrepuso a los bulbos del límbico, que gobiernan nuestras emociones. Desde ese momento la ciencia y las creencias han seguido caminos dispares, con el ángulo cada día más abierto, pero ciertos individuos tienen la capacidad de vivir con ese ángulo cerrado sin experimentar ninguna contradicción: pueden investigar en un laboratorio la aplicación de las células madre y pertenecer a la Adoración Nocturna, ser expertos en biología molecular y ponerse un capirote de nazareno para llevar en andas a una Dolorosa atravesada por siete espadas. No obstante, hay que andar con cuidado con este tipo de gente. Se comportan de forma pacífica y racional si pones en cuestión cualquier problema científico; en cambio se convierten en seres muy agresivos y peligrosos si te burlas de la patrona de su pueblo o del fundador de su orden religiosa o de la bandera de su nación. La ciencia es expansiva, universal y positiva bajo el patrocinio de san Pitágoras, san Newton, san Galileo, san Fleming, san Einstein; en cambio las creencias son más intensas y fanáticas a medida que están más concentradas en un ídolo, en un símbolo, en un sentimiento. Si un japonés, un hindú, un noruego descubre una nueva vacuna, o da un paso adelante en el genoma o inventa un aparato muy cómodo para depilarse la axila, la humanidad entera lo acepta al día siguiente sin distinción de razas ni de dioses, pero no le toques el toro ensogado de las fiestas de su aldea, ni su equipo de fútbol, ni la romería a la ermita, ni las mantecadas que hacía su abuela, porque entonces ese científico, que en el laboratorio investiga el límite del universo donde se precipitan las galaxias, puede convertirse en una fiera o en un idiota. Sucede lo mismo cuando la política se convierte en una creencia. Ya es un clásico preguntarse por qué existen pobres que votan a la derecha y ricos que votan a la izquierda. Se debe a que el cerebro humano, del rico y del pobre, del amo y del criado, está a medio cocer todavía.



Pero no por ello dejo de preguntarme por todo el arte, por todas las músicas (quizás también por todos los hallazgos científicos) que acaso se han basado en esa deficiente cocción del cerebro humano.  Puede que la clave esté en la conveniencia de no tomarse las creencias propias ni las ajenas demasiado en serio, sino como achaques o debilidades personales. No sólo no exportables al vecino, sino incluso casi inconfesables, íntimas. Para que, aunque pierdan gracia, sean menos peligrosas.

lunes, 13 de septiembre de 2010

CANDIDATO DEL PSOE A LA ALCALDÍA DE CÓRDOBA

Dos perlas me manda mi amigo Miguel de una entrevista con el candidato a la alcaldía de Córdoba por el PSOE. No me resisto a comentarlas. Sin acritud.

El PP ha dicho que usted no tiene madera de líder y que su elección constata que el PSOE da por perdidas las urnas.
--A los del PP no les gusta que el hijo de un ferroviario pueda llegar a ser alcalde de esta ciudad. Es posible que les cueste entender que un cordobés, sencillo como Córdoba, pueda acercarse a la política con humildad. A lo mejor piensan que para ser alcalde hay que tener una licenciatura y pasar unas oposiciones de notario. Lo que hace falta es sentido común, responsabilidad y cariño a la tierra. De eso no me va a dar lecciones nadie.

¿Cómo fomentaremos que los chavales valoren los estudios si los políticos no? Lo de hijo de ferroviario ...., aunque todos los héroes clásicos tienen un origen humilde para que así sus hazañas brillen más al no ser méritos de cuna. Qué buena idea da inconscientemente: que los alcaldables pasen una oposición previa a las urnas.

Si usted trabajara, en una empresa digo, ¿iría a la huelga?
--Si trabajase a lo mejor no, pero si estuviera parado, sí.

¿Sentido común?

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cumpleaños

A veces con más actividad y a veces con menos; con desigual interés por temporadas, hoy cumplimos tres años. ¡Cómo pasa el tiempo!