lunes, 25 de julio de 2011

GLOSAS SOBRE PEDRO Y BIEN TE QUIERO DE JUAN DEL ENCINA



CINCO SIGLOS
Antonio Torralba, flauta contralto
Miguel Hidalgo, guitarra renacentista y dirección
Gabriel Arellano, viola
José Ignacio Fernández, bandurria
Daniel Sáez, colachón
Antonio Sáez, pandero

sábado, 16 de julio de 2011

UNA VEZ MÁS EL GRAN RUSSELL

[14 de julio de 2011. XXXI Festival de la Guitarra de Córdoba. William Byrd, The woods so wild. Giulio Regondi, Rêverie. Georg Fiedrich Haendel, Suite n. 7. Johann Sebastian Bach, Sinfonías de Cantatas. Patrick Roux, Le bourdon de l’âme. Isaac Albéniz, Capricho catalán, Cuba, Granada, Preludio, Rumores de la Caleta. David Russell, guitarra. Teatro Góngora. 21:30 horas]

Hasta tres propinas hubo de ofrecer el gran David Russell para corresponder al entusiasmo del público en el último de los conciertos clásicos del Festival de la Guitarra.
            Russell repitió la fórmula eficaz a que nos tiene acostumbrados desde hace años, basada en cuatro platos fuertes: personalísimas versiones de música barroca (Haendel, además de Bach, en esta ocasión), magníficas transcripciones de piezas de Albéniz (añadió Capricho Catalán y Preludio a las ofrecidas en la actuación del año pasado), una obra de repertorio más o menos desconocida, que esta vez fue una deliciosa pieza del romántico Giulio Regondi (1822-1872); y, cuarto plato fuerte, una pieza moderna especialmente dedicada por su autor al genial intérprete escocés: el jueves nos ofreció Le bourdon de l´âme del compositor y guitarrista canadiense Patrick Roux (1962-).
            Con este menú suculento (hubo también un, quizás menos afortunado, entrante en la obra tardorrenacentista inicial), David Russell hizo alarde de su también habitual alta cocina: limpieza técnica, musicalidad de altura y hermoso y potente sonido. A propósito de esto último, es de elogiar la acústica excelente de la Sala Multiusos del Teatro Góngora, lugar adecuado, aunque este año se haya quedado quizás pequeño, para este tipo de conciertos.

                  Antonio Torralba

viernes, 15 de julio de 2011

GUITARRAS CON ACENTO ORIENTAL

[13 de julio de 2011. 31 Edición del Festival de la Guitarra de Córdoba. Las mil y una noches. Francisco Tárrega, Capricho árabe; Alexander Borodin, En las estepas del Asia Central; Nicolai Rimsky-Korsakov, Scherezade (fragmentos); Carlo Domeniconi, Sindbad op 49; Keiko Fujiie, Bodrum Sea, A Cantastoria of One Thousand and One Nights. Quinteto Familiar Kazuhito Yamashita. Teatro Góngora. 21:30 horas.]

La familia al completo del excelente guitarrista japonés Kazuhito Yamashita ha sido la protagonista de la penúltima velada clásica del Festival de la Guitarra de Córdoba.  El padre, la madre (la compositora Keiko Fujiie, autora de dos de las piezas de la velada) y los cuatro hijos de la pareja (Koyumi, Terekaku, Kanahi y Namifu) ofrecieron un recital con seis obras cuyo denominador común era el presentar rasgos que, grosso modo, podríamos llamar orientalizantes.
            El recital comenzó con tres solos de Kazuhito: una versión muy sentida y llena de rubati del Capricho árabe de Francisco Tárrega (1852-1909), un arreglo lleno de efectos tímbricos del poema sinfónico de Alexander Borodin (1833-1887) En las estepas del Asia Central y la primera de las dos obras de la mencionada Keiko Fujiie (1963-), una pieza breve evocadora de la ciudad costera de Bodrum, en Turquía. El público que no había escuchado antes al guitarrista japonés quedó sorprendido con su estilo gestual. Yamashita realiza amplios movimientos en los que modifica sustancialmente la posición de la guitarra y de su cuerpo, llegando en ocasiones casi a levantarse de la silla. Esos movimientos parecen subrayar la acentuación de las frases, además de influir en otros parámetros musicales como la dinámica o el timbre.
            A continuación vino un imaginativo arreglo a dúo (Kanahi se unió a su padre) sobre fragmentos de Scherezade de Rimsky-Korsakov (1844-1908). La obra se seguía con interés, tanto por la belleza de la música y la originalidad del arreglo, como por el contraste que se percibía entre las personalidades musicales de los intérpretes: comedida e intimista la de la niña, extrovertida y exagerada la de Kazuhito. Fue la pieza más aplaudida de la velada.
            La segunda parte comenzó con un solo de Terukaku Yamashita, el mayor de los dos hijos varones. Realizó una sólida interpretación de fragmentos de la suite Sindbad del guitarrista y compositor italiano Carlo Domeniconi (1947-), pieza que sirvió de preludio a la larga obra final de Keiko Fujiie, también sobre el tema que daba título a la velada (Las mil y una noches), obra de escucha algo árida, pero que permitió admirar la encomiable conjunción del grupo. 
           

Antonio Torralba


[Publicado hoy en El Día de Córdoba]

jueves, 14 de julio de 2011

ROLAND DYENS, MAGO DE LA GUITARRA

[12 de julio de 2011. 31 Edición del Festival de la Guitarra de Córdoba. Programa improvisado a partir de obras de Roland Dyens, Albéniz, Chaikovsky, Chopin, Django Reinhardt, Fernando Sor, Pixinguinha y Baden Powell. Roland Dyens, guitarra. Teatro Góngora. 21:30 horas]

Creo que nunca he disfrutado tanto de un concierto de guitarra como durante el ofrecido por Roland Dyens (1955-) el pasado martes en la Sala Multiusos del Teatro Góngora. Y me pareció compartir esa emoción con el resto del público, que expresaba su entusiasmo a cada paso y agradecía con largos aplausos y gritos de admiración el arte y la entrega del veterano músico francés.
            El carácter excepcional de la sesión se sustentaba a mi juicio en tres pilares fundamentales: la extraordinaria calidad y amenidad del repertorio interpretado, aparentemente seleccionado sobre la marcha por Dyens; la capacidad del músico para crear un clima de alta empatía con el público, aspecto logrado con creces desde el comienzo; y, por supuesto, el abanico amplio de cualidades musicales que este guitarrista exhibe con la sofisticación de un consumado artista, pero también y sobre todo con la naturalidad con que habla un nativo su idioma.
            El recital arrancó, como suele ser habitual en las actuaciones de Roland Dyens, con una improvisación de una profundidad musical y un buen gusto realmente asombrosos y terminó con una propina llena de ternura y emoción: Comme le jour, dedicada por el guitarrista hace dos años a su hija con motivo de su decimoctavo cumpleaños. Entre ambas breves joyas sonaron catorce piezas más, todas ellas de gran interés musical: arreglos de autores clásicos (Albéniz, Chaikovsky y Chopin), del guitarrista de jazz Django Reinhardt (Nuages) y de dos excelentes músicos brasileños del siglo XX: Baden Powell de Aquino (1937-2000) y Alfredo da Rocha Viana Filho, conocido como Pixinguinha (1897-1973). Aparte de las propias (seis piezas magníficas, contando las dos ya citadas), sólo interpretó una obra original para guitarra clásica: Le calme, caprice op. 50 de Fernando Sor (1778-1839), obra deliciosa que constituyó uno de los puntos álgidos de la noche.
            Dyens iba presentando las piezas mediante breves intervenciones habladas en una mezcla expresiva de español, italiano, francés e inglés; y haciendo gala de una cálida simpatía y de un sentido del humor muy eficaz, que no se limitaba al contenido de estos breves discursos, sino también a los gestos abiertamente bromistas con que a menudo finalizaba sus excelentes interpretaciones, como quitándole importancia a los alardes técnicos recién realizados.
            El guitarrista francés posee una técnica portentosa, una mano izquierda sorprendente y una capacidad de matiz y de claridad espectaculares; pero es sobre todo su musicalidad el aspecto que especialmente seduce: un sentido del tempo y una facilidad para expresar las frases musicales haciendo sentir al oyente que suenan de la mejor, de la única forma posible. Nos hacía sentir que todo lo que salía de su guitarra, incluidas las escasísimas notas falsas, era música, gran música   

 Antonio Torralba


[Publicado hoy en El Día de Córdoba]

martes, 5 de julio de 2011

Ensayando Juan del Encina

Glosas sobre el romance "Qu'es de ti desconsolado" de Juan del Encina
CINCO SIGLOS
Un vídeo realizado por Javier Ruiz del Pozo