lunes, 31 de octubre de 2011

CINCO SIGLOS EN CAZORLA


Edición 2011

Concierto


‘Cuerdas mueve de plata’. Góngora entre los músicos de su tiempo

Lugar


Cazorla, Teatro de la Merced

Fecha


Sábado, 12 de noviembre de 2011, 20.00 h.

Director


Miguel Hidalgo

Intérprete


CINCO SIGLOS

Componentes


Antonio Torralba, flautas
Gabriel Arellano, violín barroco
José Ignacio Fernández, bandurria barroca
Daniel Sáez, violonchelo barroco
Antonio Sáez, percusión

Miguel Hidalgo, guitarra barroca y dirección

Programa


PRIMERA PARTE

Anónimo (siglo XVII)
Folías, glosas instrumentales

Bartolomé de Selma y Salaverde (ca. 1580-ca. 1638)
Gallarda y Corrente, danzas

Luis de Briceño (ca. 1580-?)
Dança llamada La Españoleta Gran Chacona, danzas

Andrea Falconiero (1585-1656)
Gallarda, La Monarca y Brando dicho el Melo, danzas

Luis de Góngora (1561-1627), atribuidas
Gallarda, Pasacalle y Jácara
(Manuscrito 4118 de la Biblioteca Nacional, Madrid)


SEGUNDA PARTE

Emilio de Cavalieri (ca. 1550-1602)
Gran Duque de Florencia y Vuelta, glosas

Anónimo (siglo XVII)
Mari Zápalos, glosas

Santiago de Murcia (1673-1739)
Zarambeques y Fandango, danzas

Pablo Minguet e Yrol (1736-1801)
Seguidilla, danza

Santiago de Murcia
La Jota, danza

CONMEMORACIÓN DEL 450 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (1561)

Notas programa


Cuerdas mueve de plata

Antonio Torralba       

Los tiempos que median entre las vidas de Velázquez y Goya acogieron el tercer gran momento de la música hispana para instrumentos. El primero, lleno de laúdes, rabeles y axabebas, correspondió a la baja Edad Media y está marcado por la compleja realidad mudéjar. El segundo, el pleno Renacimiento de los violones, las vihuelas y los órganos, supone la particular visión autóctona del arte europeo de la glosa. Y este tercero, rebosante de seguidillas, zarabandas, jotas, españoletas y fandangos, viene a culminar los dos anteriores, teniendo como especiales protagonistas a la guitarra barroca de cinco órdenes y a su pequeña compañera, la bandurria. Ambas suponen la cristalización de emblemáticos instrumentos que anduvieron entre las manos de los músicos españoles desde muy antiguo. Desde ese primer momento a que aludíamos, suenan en las miniaturas del rey Alfonso X y entre los juglares del Libro de Buen Amor; y, luego, en los mesones y plazuelas de la novela picaresca, en los versos de los cancioneros, en las comedias de Lope de Vega y en el arte sutil de Luis de Góngora, él mismo tañedor.

En efecto, y aunque esto último no es muy conocido, Góngora fue músico. Y no ya sólo porque amara las palabras: su timbre, el ritmo grave o alegre con que se ordenan en los versos, los juegos con que imitan los sonidos del mundo… Buscaba también la compañía de los instrumentos músicos, a cuyo arrimo engañabas las horas de los días perezosos, con cuyo ejercicio modulaba la melancolía. Don Luis de Góngora y Argote, el príncipe de los poetas españoles, tocaba la bandurria y la guitarra (llegó a ir a juicio al negarse a devolver una que le habían prestado) y frecuentaba a comediantes y tañedores por ser -son sus palabras- "tan aficionado a la música".

En el manuscrito 4118 de la Biblioteca Nacional de España, uno de los considerados buenos de entre los que transmiten las obras del poeta, hay varias piezas de bandurria que los especialistas consideran salidas de la inspiración musical de Góngora, o, al menos, habituales del repertorio que lleno sus soledades. Las hemos incluido en nuestro recital, dos de ellas en versión de cámara ("música de sala" se decía a la sazón), y las hemos rodeado, en la primera sección, de otras de autores coetáneos (Bartolomé de Selma, Luis de Briceño y Andrea Falconiero) y anónimas. La segunda parte abunda en la larga vida que aquellas danzas y tañidos forjados en el primer Barroco español tuvieron en el mundo del teatro y de las escuelas de baile; en los ambientes populares y cortesanos. Junto a las ventanas que los lienzos de Sánchez Cotán, Velázquez o Zurbarán abren sobre nuestros Siglos de Oro hay un suave son de instrumentos músicos que los inunda, que da tibieza a los cuerpos que salen de la oscuridad, sentido a sus gestos, sabor a los manjares de los bodegones, aromas al vino o las flores… Pudieran ser algunos de los que suenan esta noche.

Curriculum Intérprete


Cinco Siglos. Desde 1990, fecha de su fundación, Cinco Siglos viene dedicándose al estudio y difusión de los repertorios instrumentales más desconocidos de la llamada música antigua. Durante muchos años, el trabajo se centró en la Edad Media. Fruto de estos trabajos han sido numerosas producciones de concierto, varios registros fonográficos y diversas publicaciones científicas. Los recitales de Cinco Siglos (tales como Tríptico Medieval. Danzas de la Edad Media Europea, Sones de Sefard o Música medievales del Mediterráneo Occidental y, más recientemente, los dedicados a repertorios renacentistas y barrocos) han sido llevados con éxito a los más prestigiosos festivales europeos: Royaumont, Chateau de la Roche-Guyon, París, Bolonia, Segovia, Torrechiara, Sarajevo, etc. Las grabaciones discográficas, de gran reconocimiento por parte del público y la crítica, han sido: Unos tal dulçes sones (1995), Dansse Real(1996), Músicas de la España Mudéjar (1997), Bel fiore dança (1999), Sones de Sefard (2001), Iban tañendo(2003), Una danza a sonare (2003), Glosas nuevas sobre viejas danzas (2006), Sones de Palacio, bailes de comedias (2008) y Cuerdas mueve de plata (2011). Cinco Siglos ha realizado grabaciones para radio y televisión, y ha colaborado en la película de Carlos Saura, Iberia (2005). Las investigaciones del grupo (sobre repertorios, organología, iconografía musical, etc.) han ejercido una notable influencia en el panorama de la música antigua.

jueves, 27 de octubre de 2011

Antonio Gala y Antonio Banderas

Muchos parecidos se los inventa uno directamente. Pero, ¡lo que se parecen Antonio Banderas y Antonio Gala!

sábado, 22 de octubre de 2011

BELLEZA Y EMOCIÓN


[20 de octubre de 2011. Concierto de inauguración de la Temporada de Abono. Ludwig van Beethoven, Sinfonía n. 1 en do mayor, op. 21. Antonin Dvorak, Sinfonía n. 8 en sol mayor, op. 88. Orquesta de Córdoba. Manuel Hernández Silva, dirección. Gran Teatro. 20:30 horas]

En estos tiempos de recortes culturales, cuando tantas orquestas de España pudieran empezar a ser la del Titanic, cada concierto parece valorarse con especial empatía, cada programa musical, por tradicional que sea o repetido que parezca, se tiñe de emociones tan nuevas e intensas como si hubiera sido creado ayer.  
La Orquesta de Córdoba y su director volcaron el jueves sus talentos en dos obras magníficas del principio y del final del sinfónico siglo XIX: la Primera (1800) de Beethoven y la Octava (1890) de Dvorak. Ambas sinfonías tienen en común la solidez formal, el encanto de sus cautivadores terceros movimientos y el protagonismo otorgado a la sección de viento.
Los tres aspectos fueron puestos de manifiesto con gran eficacia por la formación cordobesa. El entusiasta y musical Hernández Silva estuvo muy acertado en la elección de los tempi y en el manejo de todos los parámetros que resaltan la belleza clásica y romántica de estas dos obras intemporales. El Minuetto allegro molto vivace (en realidad, un germen ya de los scherzi beethovenianos) fue transmitido con un espíritu acorde a la vehemencia que la música trasmite desde su arranque. Y la misma eficacia pudo sentirse en el tiempo análogo de la obra de Dvorak: ese allegretto grazioso, cuya primera melodía es un inolvidable vals melancólico. Las difíciles partes de maderas y metales fueron resueltas a bastante buen nivel y la orquesta mostró a las claras su enorme calidad y su capacidad para seguir ofreciéndonos por mucho tiempo arte y cultura.
Los clásicos lo son porque siguen comunicando y ganando batallas mucho después de muertos. Sólo hacen falta receptores a la altura y, en el caso de la música, intérpretes que hagan lo que hicieron el jueves director y orquesta: tocar con pasión y entrega.           

Antonio Torralba

[Publicado hoy en El Día de Córdoba]

viernes, 21 de octubre de 2011

martes, 11 de octubre de 2011

Pierre Menard

Es una revelación cotejar el Don Quijote de Menard con el de Cervantes. Éste, por ejemplo, escribió (Don Quijote, primera parte, noveno capítulo):

         ... la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir.

         Redactada en el siglo diecisiete, redactada por el “ingenio lego” Cervantes, esa enumeración es un mero elogio retórico de la historia. Menard, en cambio, escribe:

         ... la verdad, cuya madre es la historia, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir.

         La historia, madre de la verdad; la idea es asombrosa. Menard, contemporáneo de William James, no define la historia como una indagación de la realidad sino como su origen. La verdad histórica, para él, no es lo que sucedió; es lo que juzgamos que sucedió. Las cláusulas finales —ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir— son descaradamente pragmáticas.



(Jorge Luis Borges, "Pierre Menard, autor del Quijote" en El jardín de senderos que se bifurcan, 1941; y en Ficciones, 1944)

sábado, 8 de octubre de 2011

CONGRESO INTERNACIONAL SOBRE GÓNGORA

Dirigido por el profesor de la Universidad de Córdoba don Joaquín Roses Lozano, entre los días 14 y 19 de noviembre tendrá lugar en Córdoba (Rectorado de la Universidad) un importante congreso dedicado a la figura de don Luis de Góngora y Argote con motivo del 450 aniversario de su nacimiento. Llevará por título "El universo de Góngora: orígenes, textos y representaciones" y en él participarán:

Pablo García Baena
Antonio Carreira
Melochora Romanos
Amelia de Paz
María José Osuna Cabezas
Antonio Cruz Casado
Antonio Pérez Lasheras
Enrica Cancelliere
Daniel Waissbein
Laura Dolfi
Carlos Clementson
María Luisa Amores
Joaquín Roses
Julio Neira
Giulia Poggi
Jesús Ponce
Crystal Chemris
Martha Lilia Tenorio
Teodosio Fernández
Mercedes Blanco
Pere Gimferrer

Pueden presentarse comunicaciones sobre el asunto general del congreso que habrán de enviarse antes del 30 de octubre al Comisario General  (Joaquín Roses: fe1roloj@uco.es).

Correspondencia:

  Ponentes, comunicantes y asuntos académicos:

Joaquín Roses
Comisario General del Congreso
Departamento de Literatura Española
Facultad de Filosofía y Letras
Plaza del Cardenal Salazar, 3
14071 – Córdoba
España
Tfs. 957 218 792



 Organización técnica:

Mercedes Tirado
Delegación de Cultura
Diputación de Córdoba
Plaza de Colón, 15
14071 – Córdoba
España
 Tfs. 957 211 109



Inscripciones:

Carmen Serrano
Delegación de Cultura
Diputación de Córdoba
Plaza de Colón, 15
14071 – Córdoba
España
Tfs. 957 211 184
                                    cultura2@dipucordoba.es     


NOTA:
El blog EXPERIENCIAS MUSICALES Y OTRAS quiere contribuir a la difusión de este importante congreso mediante la presente entrada. No nos responsabilizamos de los cambios que pudiere haber, ni de la perfecta transcripción de la información recibida, extremos ambos que deberán ser comprobados por los potenciales interesados.  

Armonía


[6 de octubre de 2011. Concierto Extraordinario de Reapertura del Teatro Góngora. Ludwig van Beethoven, Concierto para violín y orquesta en re mayor, op. 61. Johannes Brahms, Sinfonía n. 1 en do menor, op. 68. Amaury Coeyteaux, violín. Orquesta de Córdoba. Manuel Hernández Silva, dirección. Teatro Góngora. 21:00 horas.]

Desde los golpes de timbal con que arranca el sublime concierto de Beethoven, la emoción protagonizó la velada musical del jueves en el Teatro Góngora. Un numeroso público, formado en buena parte por políticos y representantes de la vida cultural cordobesa, se congregaba para celebrar la reapertura del teatro, que pretende sumarse a la promoción de las artes escénicas en una ciudad que aún ha de avanzar mucho en ese campo. Desde los cuatro suaves golpes de timbal con que comienza el despliegue del maravilloso poema sonoro de Beethoven, hasta la chispa rítmica de la propina de Ruperto Chapí que cerró el acto, quienes asistíamos al evento quedamos gratamente sorprendidos por la acústica hermosa y clara del lugar, magníficamente rehabilitado desde la premisa que mejor sienta a la arquitectura: la austeridad en el presupuesto. La Orquesta de Córdoba sonó de una manera nueva y brilló a un alto nivel, tanto acompañando al joven virtuoso francés Amaury Coeyteaux, larga y justamente aplaudido, como haciendo sonar la intensa versión que su director ofreció de la otra joya de la noche: la primera de las sinfonías de Johannes Brahms.
            A la armonía entre acústica arquitectónica y talentos musicales varios, se sumó la del contenido de los breves discursos que también encontraron su sitio en la velada. Tanto el concejal de cultura y presidente del IMAE como el alcalde de la ciudad tuvieron palabras cálidas de agradecimiento para todos los que habían trabajado en el proyecto, incluyendo especialmente a los responsables de anteriores corporaciones. Y dejaron claro su compromiso con el futuro de la orquesta. También Hernández Silva, que habló al comienzo de la segunda parte, añadió su granito de arena sugiriendo igualmente una armonía entre todas las artes como forma de rentabilizar los escasos recursos que auguran estos tiempos de crisis. Ojalá se trabaje cada día por la cultura de Córdoba desde las premisas que se expresaron y se sintieron el jueves en el nuevo Teatro Góngora.               

Antonio Torralba