sábado, 19 de septiembre de 2009

Paisajes y retratos

[17 de septiembre de 2009. Concierto de música de cámara. Leo Brouwer, La región más transparente; Diez bocetos; Elegías martianas; Paisaje cubano con ritual; Paisajes, retratos y mujeres; Paisaje cubano con magia; Los negros brujos se divierten. María José Llorens, María Amparo Trigueros, Ernesto López y José Carlos Hernández flautas. Sara Martínez Cebrián, María del Mar Sáez y Miriam Carcer, clarinetes. Fermín Galduff, trompa. Rafael Martínez, trombón. Cristina Llorens, percusión. Maite García Donet, arpa. Silvia Mkrtchyan y Carlos Apellániz, pianos. Javier Riba, guitarra. Yuri Petrossian, José Miguel Ballester, José Antonio Peñarroja y Anatoli Jitcov, violines. Jorge Hernández y Anatoli Jitcov, violas. Francisco Arjona y Álvaro Fernández, violonchelos. Bruno Reyes, contrabajo. Ciro Perelló, dirección. Gran Teatro de Córdoba. 21:00 horas. Media entrada.]

El segundo de los conciertos del ciclo dedicado a Leo Brouwer estuvo dedicado a su producción de cámara. Más de veinte músicos (casi todos amigos antiguos del homenajeado) se dieron cita en el Gran Teatro el pasado jueves para, en formaciones diversas, abordar siete interesantísimas obras. Dos de ellas (una en cada parte) eran estrenos absolutos compuestos este mismo año. La primera de las Elegías martianas para arpa y violín lleva por título una cita de dos versos de José Martí: “Tonos de orquesta y música sentida/ tiene mi voz, ¿qué céfiro ha pasado…” A diferencia de los otros dos dúos que sonaron en esta parte (una encantadora interpretación de La región más transparente para flauta y piano y el complejo Paisaje cubano con ritual para clarinete bajo y percusión), más cerebrales en cierto modo, el que se estrenaba se escucha como un emotivo y refinado ejercicio de romanticismo postmoderno. De las que sonaron en esta primera parte, falta citar dos obritas que también llevan título programático, constante de la producción camerística de Brouwer. Se trató de los números 3 y 6 de los Diez bocetos para piano dedicados a cubanos insignes. Supieron a poco en la soberbia interpretación de Carlos Apellániz, miembro del Brouwer Trío.

El estreno de la segunda parte fue una de las dos obras para grupo de cámara que dirigió con maestría Ciro Perelló. Paisaje cubano con magia (otro “paisaje cubano” que se suma a los muchos del autor) es una obra llena de energía y color, donde confluyen influencias muy siglo XX (Stravinsky y Béla Bartok) con el mundo de las evocaciones rítmicas de raíz afrocubana. Pueden ser planteamientos parecidos a los de la obra que puso punto final a la velada, Los negros brujos se divierten, composición trepidante de más fácil escucha donde brillaron especialmente los flautistas y el guitarrista Javier Riba. Este tuvo no obstante su momento magistral en otra obra cuyo título parece el credo de un músico esteta: el delicioso trío Paisajes, retratos y mujeres.

Antonio Torralba


[Publicado hoy en EL DÍA DE CÓRDOBA]

1 comentario:

Anónimo dijo...

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