[14 de julio de 2011. XXXI Festival de la Guitarra de Córdoba. William Byrd, The woods so wild. Giulio Regondi, Rêverie. Georg Fiedrich Haendel, Suite n. 7. Johann Sebastian Bach, Sinfonías de Cantatas. Patrick Roux, Le bourdon de l’âme. Isaac Albéniz, Capricho catalán, Cuba, Granada, Preludio, Rumores de la Caleta. David Russell, guitarra. Teatro Góngora. 21:30 horas]
Hasta tres propinas hubo de ofrecer el gran David Russell para corresponder al entusiasmo del público en el último de los conciertos clásicos del Festival de la Guitarra.
Russell repitió la fórmula eficaz a que nos tiene acostumbrados desde hace años, basada en cuatro platos fuertes: personalísimas versiones de música barroca (Haendel, además de Bach, en esta ocasión), magníficas transcripciones de piezas de Albéniz (añadió Capricho Catalán y Preludio a las ofrecidas en la actuación del año pasado), una obra de repertorio más o menos desconocida, que esta vez fue una deliciosa pieza del romántico Giulio Regondi (1822-1872); y, cuarto plato fuerte, una pieza moderna especialmente dedicada por su autor al genial intérprete escocés: el jueves nos ofreció Le bourdon de l´âme del compositor y guitarrista canadiense Patrick Roux (1962-).
Con este menú suculento (hubo también un, quizás menos afortunado, entrante en la obra tardorrenacentista inicial), David Russell hizo alarde de su también habitual alta cocina: limpieza técnica, musicalidad de altura y hermoso y potente sonido. A propósito de esto último, es de elogiar la acústica excelente de la Sala Multiusos del Teatro Góngora, lugar adecuado, aunque este año se haya quedado quizás pequeño, para este tipo de conciertos.
Antonio Torralba
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