CERVANTES Y LA MÚSICA 170
UNA DANZA QUE LA GUIABA EL DEMONIO
"Vanse los demonios, gritando
ANTONIO: Hacerme quiero mil cruces;
he visto lo que aún no creo.
Afuera el temor, pues veo
que viene gente con luces.
CRUZ: ¿Qué hace aquí, fray Antonio?
ANTONIO: Estaba mirando atento
una danza de quien siento
que la guïaba el demonio.
CRUZ: Debía de estar durmiendo,
y soñaba.
ANTONIO: No, a fe mía,
padre Cruz, yo no dormía."
(EL RUFIÁN DICHOSO)
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