Las cantigas de amigo de Martín Códax se encontraron en un pliego que se había usado para encuadernar un De Oficiis de Cicerón. Las encontró un anticuario llamado Vindel. Luego el original se perdió y se volvió a encontrar en USA, en NY.
Una actividad interesante, ya que se ignora cómo transcribir las duraciones de las notas (esto pasa con mucha monodía profana, por cierto), pudiera ser jugar a transcriptores.
Vayamos por partes. En primer lugar, veamos el rotulus con que acaso viajó algún juglar del siglo XIII, quizás el propio Martin. Podemos incluso imprimirlo en grande.
Acerquémonos un poco a nuestra pieza.
Clave de do (una C) en cuarta. Ismael Fernández de la Cuesta la transcribe así:
Pensando en el texto, vamos a ver que valores podemos darle a las notas. ¿Así, por ejemplo?
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