viernes, 5 de diciembre de 2008

Largo en la menor

1730 o 1731. Algo muy nuevo en un molde muy viejo. Eso nos sugiere casi siempre la música de Bach. Una serenidad engañosa, como en este fragmento.



Julien Rezak tocando la transcripción de Feinberg del "Largo" de la Triosonata n. 5 para órgano BWV 529.

Los cromatismos producen una sensación inquietante, pero exteriormente se conserva la serenidad de un movimiento lento que se deja fluir.

Me viene a la mente una escena memorable de Tous les matins du monde (igual de bien resuelta en la novela que en la película) en que el viejo Saint-Colombe dialoga con su hija y con Marin Marais. Están en el jardín sentados en butacas de lona. Saint-Colombe, que vive recluido en su casa dejando pasar los días, dice: "Para mí hay algo más que el arte, más que los dedos, más que el oído, más que la invención: es la vida apasionada que llevo". Los dos jóvenes lo miran boquiabiertos y divertidamente sorprendidos: "-¿Padre, decis que vivís una vida apasionada?"

La partitura está aquí.

Ton Koopman


Ton Koopman y Savall




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