La versatilidad,
técnica extraordinaria, conjunción, sentido del ritmo, expresividad y simpatía
de los hermanos Assad hacen que cada concierto suyo sea para el oyente una
experiencia artística única. Como cuando nos visitaron hace dos años
(recordaron con gracia al comienzo que vienen coincidiendo con victorias
futbolísticas), estos dos grandes de la guitarra hicieron las delicias del
público, mayoritariamente compuesto por guitarristas.
Los Assad ofrecieron un recital
interesantísimo y de gran amenidad dedicado íntegramente a la música brasileña.
Apenas siguieron el programa previsto, quizás por una lesión que al parecer
sufría Odair (un calambre en un dedo de su mano izquierda), percance que obligó
a interrumpir el recital a los veinte minutos de la segunda parte, entre largos
aplausos y con visible emoción de los músicos y de cuantos nos encontrábamos
allí. Pero, por suerte, al llegar ese momento, ya habíamos disfrutado de
interpretaciones soberbias de obras de Ernesto Nazareth, Radamés Gnattali,
Anibal Augusto Sardinha, Américo Jacomino Canhoto, Heitor Villalobos, etc. Y
nos había dado tiempo de sobra para admirar todas las cualidades que hemos
enumerado al comienzo como características de estos dos músicos que supieron
dar cuerpo de guitarra a la muy musical alma brasileira.
Antonio
Torralba
[Publicado hoy en EL DÍA DE CÓRDOBA]
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