jueves, 27 de agosto de 2009

Dança amorosa y trotto



El pasado y el presente son planetas distintos...
Federico FELLINI, 1964

El 22 de marzo de 1389 (1390 en el calendario moderno) el notario florentino Bartolomeo di Franco Ridolfi registró como tantas otras veces la venta de un terreno. Por algún motivo que desconocemos, antes o después de este acto rutinario, Bartolomeo anotó en el reverso del documento una dança amorosa con su trotto. La falta de cuidado puesto en la notación musical y hasta en la escritura del propio título (danança amorosa escribió tras los tres renglones de música) podría sugerir que no le movía el deseo de transmitir la pieza de una persona a otra, sino que buscaba más bien un recordatorio personal; pero esto no lo podemos saber.
¿Compuso la danza di Franco Ridolfi?, ¿era nuestro personaje diestro instrumentista o quizá hallaba placer en el ejercicio de la danza? Cada uno de los 609 años presumiblemente transcurridos entre aquel acto y los innumerables interrogantes que hoy nos suscita están ahí para difuminar el objeto de nuestra mirada. En su conjunto, sitúan la búsqueda de estas respuestas en la misma esfera que la adivinación de los sentimientos que invadieron el corazón de nuestro notario aquel martes de la incipiente primavera.
Acaso la enigmática acción de di Franco Ridolfi existió para que a finales del siglo XX se pudiera incrementar en un cincuenta por ciento el repertorio medieval de danzas pareadas conocidas. En efecto, antes de que una afortunada casualidad permitiera hace poco más de veinte años el descubrimiento de esta danza conocíamos dos parejas de este tipo: Lamento di Tristano seguida de La Rotta y La Manfredina con su La Rotta della Manfredina.

Grupo CINCO SIGLOS

CD. BEL FIORE DANÇA
Grabación: julio de 1999.


miércoles, 26 de agosto de 2009

Der kühle Maien

Der kühle Maien es un hermoso madrigal de Hermann Schein.

Der kühle Maien
tut Hirt und Schäfelein
mit seinen Blü-melein
jetzund erfreuen.
Frau Nactigall
läßt ihren Schall
im grünen Wald anhören.
All Vögelein
mit stimmen ein,
die Waldmusik vermehren.

Auch uns anblikket
die Sonn mit ihren Schein,
ein kühles Lüftelein
das Herz erquikket.
Die Bächlein hell
hinrauschen schnell,
die Freude größer machen,
ja, Laub und gras
ohn Unterlaß
den Maien gleich anlachen.

Der kühle Maien
tut Hirt und Schäfelein
mit seinen Blümelein
jetzund erfreuen.
Frau Nachtigall
läßt ihren Schall
im grünen Wald anhören.
All Vögelein
mit stimmen ein,
die Waldmusik vermehren.

Auch uns anblikket
die Sonn mit ihren Schein,
ein kühles Lüftelein
das Herz erquikket.
Die Bächlein hell
hinrauschen schnell,
die Freude größer machen,
ja, Laub und gras
ohn Unterlaß
den Maien gleich anlachen.


Aquí en versión de:

Oliver Stech, tenor
Martin Schedlbauer, barítono
Micha Sengschmid, bajo



Y aquí, en homenaje a una nueva seguidora del blog, Euterpe, la versión del Coro de Niños de Tölz. De camino os recomiendo su blog sobre esta estupenda formación.

martes, 25 de agosto de 2009

Megera y su veneno


TARQUINIO MERULA


Folle è ben chi si crede

Folle e ben chi si crede
che per dolce lusinghe amorose
o per fiere minaccie sdegnose
dal bel idolo mio rittraga il piede.
Cangi pur suo pensiero
ch'il mio cor prigioniero
spera che goda la libertà.
Dica chi vuole, dica chi sà.

Altri per gelosia
spiri pur empia fiamma dal seno
versi pure Meggera il veleno
perche rompi al mio ben, la fede mia.
Morte il viver mi toglia
mai fia ver che si scioglia
quel caro laccio che preso m'ha
dica chi vuole, dica chi sà.

Ben avrò tempo e loco
da sfogar l'amorose mie pene
da temprar del amato mio bene
e del arso mio cor, l'occulto foco.
E tra l'ombre e gli orrori
de notturni splendori
il mio bel furto s'asconderà
Dica chi vuole, dica chi sà.


Bien loco está el que piense

Bien loco está el que piense
que por dulces lisonjas de amor
o por feroces y duras amenazas
me aparte de mi bello tesoro.
Que cambie de pensar
quien espere que mi corazón
prisionero goce de libertad.
Hable quien quiera, hable quien sepa.

Que algunos por celos
lancen impías llamas de su pecho,
que vierta Megera su veneno:
yo no seré infiel a mi amado bien.
Que la muerte me prive del vivir,
nunca se desatará ese lazo
que me ha unido.
Hable quien quiera, hable quien sepa.

Ya tendré tiempo y lugar
para desahogar mis penas de amor
y calmar de mi amado bien,
y de mi ardiente corazón, el fuego oculto.
Mientras tanto entre las sombras escondidas
del esplendor nocturno,
mi preciado secreto se esconderá.
Hable quien quiera, hable quien sepa.





L'Aura Soave. Dir.: Diego Cantalupi

domingo, 23 de agosto de 2009

Cuando me rindió mi dama

Cuando me rindió mi dama, tan gentil y bella, en su llama me quemé como una polilla. Rojo cual vermellón al resplandor de una chispa cuando me rindió mi dama. Si hubiera sido esmerejón o hubiera tenido vigorosas alas me habría guardado de la que me clavó su agijon cuando me rindió mi dama.


Quand je fus pris au pavillon
De ma dame, très gente et belle,
Je me brûlai à la chandelle
Ainsi que fait le papillon.

Je rougis comme vermillon,
A la clarté d'une étincelle,
Quand je fus pris au pavillon.

Si j'eusse été esmerillon
Ou que j'eusse eu aussi bonne aile,
Je me fusse gardé de celle
Qui me bailla de l'aiguillon
Quand je fus pris au pavillon.


Texto: Charles d'Orléans (1393-1465)
Música: Reynaldo Hahn (1874-1947)
Canta: Jaroussky
Toca el piano: Ducros
Lugar: Verbier, Suiza



Fecha: 27 de julio de 2009

viernes, 21 de agosto de 2009

Acto insolidario (off topic sólo aparente)

Aunque sé que esto es terrible para la economía, que necesita ahora más que nunca que consumamos a toda costa, no me he resistido a prolongar un poco más la vida de la lavadora.

Resulta que desde hace unos días la puerta del tambor (este blog es de música) se abre a veces en cualquier momento del lavado arrojando fuera, ora unas prendas, si es en el centri-fugado, ora prendas y agua (si es en otro momento del ciclo). La razón es que se ha roto un trozo del rectangulito de plástico que actúa de espejuelo en que engarza el perno de la puerta al accionar La picaporte de Rameau.

Pues bien, como suelen los músicos, pensé en hacer un arreglo. Cogí un espejuelo de puerta normal. Véase


Y recortando aquí y allá, como hacen los músicos, lo dejé reducido al trozo necesario para suplir la falta del fragmento original. Véase el resultado.





Tras lo cual compruebo que la puera cierra y que al darle al botón la chapuza suena: música concreta, watermusic, ¡música celestial!...

Vuestros ojos

Robert Dowland (1591-1641), hijo de John Dowland, publicó en 1610 dos antologías de piezas para laúd y canciones. Una de ellas se titula: A musical Banquet. Furnished with varietie of delicious Ayres, collected of the best Authors in English, French, Spanish and Italian. Dos de esos deliciosos ayres tenían texto (y estilo) español: Passava amor su arco desarmado y esta Vuestros ojos... El texto dice más o menos lo mismo que aquella canción de Raúl de hace unos años: que "debería estar prohibida por cómo mira".

Vuestros ojos tienen d'Amor no sé qué,
que me yelan, me roban, me hieren, me matan a fe.
¿Por qué me mirays
con tanta aflicción,
y a mi corazón,
me aprisionays?
Que si vos me mirays yo os acusaré.

Y concluye lo contrario que el célebre madrigal de Gutierre de Cetina ("ya que así me miráis, miradme al menos"), ya que el autor o autora parece en disposición de buscar un juez que admita su denuncia a trámite.

La canción ha sido cantada y grabada por muchos muchas veces. Pongo las dos versiones que están colgadas en YouTube.

Versión del Grupo Sema



Versión de Valeria Mignaco y Alfonso Marín

jueves, 20 de agosto de 2009

Al servicio de la fiesta


Preparación para la fiesta y escenas de carnaval en un parque de Flandes de Sebastián Vrancx.

La polifonía profana tenía su sitio natural en la fiesta. Observemos esta escena ya de los finales del Renacimiento. Hay cuatro cantantes cada uno con su libro. Hay que saber que normalmente la polifonía se escribía no en partitura (todas las voces agrupadas en sistemas), sino con las partes por separado; es decir, había un libro con la parte de soprano (que en este caso quizás está siendo doblada por el rabel), otro con la parte de bajo (que quizás dobla el bajón), etc. ¿Y qué hace el laudista que ha dejado el estuche sobre una corneta curva en el suelo? Presumiblemente, y aprovechando el carácter homofónico de estas polifonías profanas, está haciendo acordes resumiendo todas las voces a partir del bajo. Por eso lee del mismo libro que el bajón. De esa costumbre irá surgiendo poco a poco la técnica que caracterizará toda la época siguiente: el bajo continuo.



miércoles, 19 de agosto de 2009

Sobre iusnaturalismo, organa y pájaros

Ya trajimos aquí hace tiempo la cita de Gonzalo de Berceo (de los Milagros de Nuestra Señora) y la pintura de Giotto (San Francisco predicando a los pájaros) que de nuevo visitan hoy el blog.



Uno se imagina más o menos lo que San Francisco le está contando a los pájaros: Educación para la Ciudadanía Celestial; esto es, la ley natural, la que rige el comportamiento de la gente normal y corriente, la que ve Intereconomía, la que celebra los 364 días del año que no son el del Orgullo Gay. Educación para los ciudadanos del cielo, los cives celici.
Pero ¿qué responden ellos? Porque se argüirá desde el Mátrix Progre: "es que San Francisco era un cura oprimido y reprimido, etc." Pues los pájaros cantan chispa más o menos las mismas cosas que el insigne santo. Podemos demostrarlo.
Gonzalo de Berceo (algunas décadas antes de que se pintara este fresco genial) nos dice muy claramente cómo cantaban por entonces las aves:

Yaçiendo a la sombra perdi todos cuidados,
Odi sonos de aves dulçes e modulados:
Nunca udieron omnes organos mas temprados,
Nin que formar pudiessen sones mas acordados.

Unas tenien la quinta, e las otras doblaban,
Otras tenien el punto, errar non las dexaban,
Al posar, al mover todas se esperaban,
Aves torpes nin roncas hi non se acostaban.

Las aves “que tenían el punto” no es que hubieran picoteado hierbas raras. Quiere decirnos el poeta que ésas cantaban la voz principal (normalmente, una melodía gregoriana), ya que “punto” significa “nota” (de ahí, la palabra “contrapunto”). Y luego había dos voces más: una a la quinta y otra a la octava. Y marchaban (más o menos) con la misma métrica, porque “al posar, al mover todas se esperaban”. ¡Eso es un organum!

El organum es la más primitiva forma de polifonía. Podemos imaginar los primeros emocionantes experimentos de canto a varias voces surgidos quizás de la casualidad: "... la armonía agradable de las voces cuando hombres, mujeres y niños creen cantar al unísono y ejecutan la octava y la doble octava..." como refirió Otger en el siglo IX.

Pues bien, escuchemos un organum del Codex Calixtinus. Es el famoso Congaudeant Catholici:





Congaudeant catholici, Que muestren alegría los católicos,
letentur cives celici que se alegren los ciudadanos del cielo

Clerus pulcris carminibus Que el clero hermosos cantos
studeat atque cantibus. e himnos entone.
die ista en este día

Hec est dies laudabilis, Este es un día digno de alabanza,
divina luce nobilis. ennoblecido con la divina luz.

Vincens herodis gladium, Venciendo a Herodes en la espada,
accepit vite bravium. ganó la gloria de la vida.

Qua iacobus palatia, El día que Santiago ascendió,
ascendit ad celestia. a los palacios celestiales.

Ergo carenti termino Por lo tanto bendigamos
benedicamus domino. al señor infinito

Magno patri familias Al supremo pater familias
solvamus laudis gratias. demos gracias con alabanzas.



martes, 18 de agosto de 2009

Las guitarras de los Siglos de Oro

En esos siglos convivieron dos modelos de guitarra: uno más arcaico de cuatro órdenes (cada orden es una doble cuerda), que hoy llamamos guitarra renacentista, y otro de cinco órdenes que conocemos como guitarra barroca.
Mis compañeros Miguel Hidalgo (guitarra) y Antonio Sáez (percusión) interpretan dos piezas con uno y otro instrumento.

GUITARRA RENACENTISTA DE CUATRO ÓRDENES





GUITARRA BARROCA DE CINCO ÓRDENES


lunes, 17 de agosto de 2009

Gran Chacona

Y sacando un instrumento
comenzaron a bailar
la chacona uno y dos dellos.
Pues como mi dama vio
bailar, no tuvo sosiego,
y arrojóse de la cama
y empezó a bailar con ellos


(loa de El viaje entretenido de Agustín de Rojas, 1604)

miércoles, 12 de agosto de 2009

Dos juglares



La música une y desune, aplaca e irrita, alegra y entristece. Rara vez deja indiferente, pero pocas veces produce el efecto esperado. Si algo tienen en común las músicas de todo tiempo y lugar es que modifican el estado de ánimo; nos invaden para que nuestra psique les dé un sentido. Un miniaturista de la corte de Alfonso X pintó juntos a dos juglares: un cristiano y un árabe; al lado, una jarra de vino. Y ahora nosotros le buscamos explicaciones a esa imagen que contradice la realidad política del momento. Quizás la música ya no es sólo el dictado de una fe, sino el placer de una técnica de toque, de unos ritmos…, la imitación de unos adornos que asombran y seducen. Por la mañana se guerrea y por la noche el enemigo acaso gana alguna batalla de gustos, llenando, por ejemplo, nuestro instrumentario de objetos árabes: laúdes, rabeles… Al margen de cualquier conflicto o alianza de civilizaciones, libra la música otras batallas, firma otros tratados. Pensemos en dos ejemplos: la música de los negros americanos, la música de los gitanos españoles. El jazz, el flamenco…

lunes, 10 de agosto de 2009

Pavana española con sus glosas

La pavana durante el Barroco.




Cinco Siglos
del CD GLOSAS NUEVAS SOBRE VIEJAS DANZAS

domingo, 9 de agosto de 2009

Los justos

Hace unos días traíamos aquí una cita inverosímil del Quijote que circula por la red. Y aludíamos de pasada a los falsos textos (casi siempre impregnados de bucaysmo), que tanto abundan en este medio, atribuidos a García Márquez, Borges, etc. En ellos, con lenguaje de póster, estos escritores nos invitan a ser menos perfectos, cometer muchos errores y ser nosotros mismos de forma compulsiva.
Me acordaba de este famoso poema (éste sí verdadero) de Borges, en el que se aproxima lo máximo a esos contenidos, pero manteniéndose a mi juicio en la esfera del arte.

Los justos

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

jueves, 6 de agosto de 2009

La ola de la literatura

La ola de la literatura
Yuan Hongdao

Habiendo alquilado una casa cerca de la Puerta de Dougzhi, he dispuesto mi bliblioteca en una pequeña estancia a la derecha de la cámara principal y encima de la puerta he escrito este nombre, sacado de Xu Wei: Celda de la Ola de la Literatura. Alguno me ha dicho: "Vuestra región natal no es más que un vasto paisaje de agua. Pero aquí, en la capital, el ruido y el polvo suben hasta el cielo y oscurecen el esplendor del sol. No hay una gota de agua, y menos en esta estancia: ¿cómo se puede imaginar ver una ola?". Habiendo hecho de este lugar mi eremitorio, le he respondido sonriendo: "No se trata del agua en su forma real. Pero de todas las cosas bajo el cielo, nada se parece a la literatura más que el agua. Ella parte en línea recta de improviso, y luego cambia su curso de improviso. Cubre el cielo, y luego lo descubre; en un instante, una nube oscura se extiende en el infinito sutil, es un velo de seda; en el remolino, es el ojo de un tigre; en la cascada, es un rayo celeste; erguida en la ola, es una cascada de jade; al romperse, es un dragón; esparcida y difusa, es la niebla; enardecida, es el viento; encolerizada, es el trueno. Rápida o lenta, lánguida o brusca, ella fluye en diez mil formas. Por eso lo más prodigioso y más mudable que hay bajo el cielo es el agua. Nacido en una tierra de aguas, estoy acostumbrado a ella desde la infancia, y siempre me he sentido afín al agua. He atravesado el Dongting, he pasado el Huaihai, surcado el Yantan; he esplorado las maravillas del Wuxie, he recorrido los sitios más bellos de los ríos y los lagos, he conocido a fondo toda sus transformaciones. Y ahora estoy convencido de que, bajo el cielo, no existe agua que no sea literatura. Desde que resido en la capital, tengo la costumbre de cerrar mi puerta para consagrarme a la meditación. Entonces mi pecho se expande, como si aparecieran delante de mí cosas reales. Todo lo que he visto en el pasado, el romperse de la ola, el remolino profundo o el rizado leve de la brisa, comparece de improviso ante mis ojos. Así, cojo un libro, las Memorias históricas o las poesías de Du Fu, Li Bai o Su Dongpo y, a medida que leo, el agua se me manifiesta en todas sus fantásticas metamorfosis. Se acumula en una garganta, se yergue en altas olas, canta entre las piedras de una fuente, se ensancha en el mar, se desencadena en una cascada, se recoge en un estanque. Todo lo que es suelto y sinuoso es agua. Toda litetartura, para mí, es agua. Una montaña alta o baja, si es bella, también es sin duda literatura; pero lo que es alto no puede rebajarse, lo que es rígido no puede doblarse, si es una cosa muerta. Esto no vale para el agua. Por tanto, el alma de la litaratura es la del agua; bajo sus apariencias distintas son de la misma esencia. Por eso, en mi celda, no veo más que agua; los ríos y los mares se suceden, día tras día, ante mis ojos. Si no comprendéis es porque vuestra mente es limitada. ¿Por qué os hace reír el nombre de mi celda?".

Texto seleccionado y traducido del chino al francés por Martine Vallette-Hémery (Les Formes du vent. Paysages chinois en prose, Albin Michel, Paris, 2007). Traducido al español por Antonio Abellán para el número 32 de la revista FMR.