CERVANTES Y LA MÚSICA 47
PRIMA ES UNA CUERDA DE GUITARRA
"ROLDÁN: ¿Primo dijo usted? ¡Oh, qué bien dijo usted! Primo decimos al hijo del hermano de nuestro padre; primo, a un zapatero de obra prima; prima es una cuerda de guitarra; la guitarra se compone de cinco órdenes; las órdenes mendigantes son cuatro; cuatro son los que no llegan a cinco; con cinco estaba obligado a reñir antiguamente el que desafiaba de común, como se vio en Don Diego Ordoñez y los hijos de Arias Gonzalo, cuando el Rey Don Sancho..."
(LOS HABLADORES -ATRIBUIDO-)
Aunque le venga al pelo para los fines de la parodia del charlatán que pretende, no deja de ser curioso (ya lo señaló Querol) que Cervantes (o quien escribió el entremés) diga "órdenes" (término técnico para las dobles cuerdas que por entonces tenían las guitarras) donde los demás suelen decir "cuerdas". Lope de Vega, en la dedicatoria “Al maestro Vicente Espinel” que abre "El Caballero de Illescas" (1620), escribe: “Debe España a vuesa merced, señor Maestro, dos cosas que, aumentadas en esta edad, la ilustran mucho: las cinco cuerdas del instrumento, que antes era tan bárbaro con cuatro".
En nuestra cita 56 del próximo 3 de mayo volveremos sobre Espinel. Ahora sólo unas pinceladas:
La primera alusión a los cinco órdenes de la guitarra de Espinel (y tomamos los datos del trabajo de Juan Carlos Ayala Ruiz enlazado más abajo) la hace el escritor sevillano Andrés de Claramonte y Corroy en 1613:
Pues el gran padre Espinel
en cinco nos la ha templado
si al varon diuino y fiel
quatro ordenes le an cantado
cante en cinco ordenes el.
El mismo autor describe el significado de estos versos en esta misma
obra: “El Maestro Espinel reformador de las cinco ordenes de la Viguela, y laureado poeta antiguo, famoso en satiras”.
PRIMA ES UNA CUERDA DE GUITARRA
"ROLDÁN: ¿Primo dijo usted? ¡Oh, qué bien dijo usted! Primo decimos al hijo del hermano de nuestro padre; primo, a un zapatero de obra prima; prima es una cuerda de guitarra; la guitarra se compone de cinco órdenes; las órdenes mendigantes son cuatro; cuatro son los que no llegan a cinco; con cinco estaba obligado a reñir antiguamente el que desafiaba de común, como se vio en Don Diego Ordoñez y los hijos de Arias Gonzalo, cuando el Rey Don Sancho..."
(LOS HABLADORES -ATRIBUIDO-)
Aunque le venga al pelo para los fines de la parodia del charlatán que pretende, no deja de ser curioso (ya lo señaló Querol) que Cervantes (o quien escribió el entremés) diga "órdenes" (término técnico para las dobles cuerdas que por entonces tenían las guitarras) donde los demás suelen decir "cuerdas". Lope de Vega, en la dedicatoria “Al maestro Vicente Espinel” que abre "El Caballero de Illescas" (1620), escribe: “Debe España a vuesa merced, señor Maestro, dos cosas que, aumentadas en esta edad, la ilustran mucho: las cinco cuerdas del instrumento, que antes era tan bárbaro con cuatro".
En nuestra cita 56 del próximo 3 de mayo volveremos sobre Espinel. Ahora sólo unas pinceladas:
La primera alusión a los cinco órdenes de la guitarra de Espinel (y tomamos los datos del trabajo de Juan Carlos Ayala Ruiz enlazado más abajo) la hace el escritor sevillano Andrés de Claramonte y Corroy en 1613:
Pues el gran padre Espinel
en cinco nos la ha templado
si al varon diuino y fiel
quatro ordenes le an cantado
cante en cinco ordenes el.
El mismo autor describe el significado de estos versos en esta misma
obra: “El Maestro Espinel reformador de las cinco ordenes de la Viguela, y laureado poeta antiguo, famoso en satiras”.
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