viernes, 23 de julio de 2010
Nostalgia del Sur
jueves, 22 de julio de 2010
Homenaje a la guitarra
sábado, 17 de julio de 2010
viernes, 16 de julio de 2010
Gran David Russell
[14 de julio de 2010. XXX Festival de
Ya destacábamos el año pasado por estas fechas (a propósito, entonces, del recital de Russell en
Como aquel siete de julio del 2009, David Russell combinó sus magistrales transcripciones de música barroca (Bach, fundamentalmente) y de piezas de Albéniz, con obras de clásicos de la guitarra (Fernando Sor) y de autores menos conocidos: Armando Neves, en esta ocasión. Incluyó asimismo una estupenda obra que le fue especialmente dedicada por su autor: Arabesque en forme de caprice de Francis Kleynjans, dedicada a la memoria de Tárrega. Y, como no podía ser de otra manera, también el miércoles logró entusiasmar al respetable, que fue obsequiado hasta con tres propinas y unas emotivas palabras llenas de gratitud y de recuerdos para quienes han venido haciendo posible el treintañero festival al que Russell acudió por primera vez en su tercera edición.
Antonio Torralba
jueves, 15 de julio de 2010
miércoles, 14 de julio de 2010
Fantasía romántica
Antonio Torralba
[Publicado hoy en El Día de Córdoba]
martes, 13 de julio de 2010
Fiesta de la guitarra
[11 de julio de 2010. XXX Festival de
Trasladada desde su ubicación inicialmente prevista (
Antonio Torralba
sábado, 10 de julio de 2010
Virtuosos de la guitarra
[8 de julio de 2010. XXX Festival de
Menos diversificada e imaginativa que la dedicada a la música pop, la programación, digamos, culta del Festival de
Isaac Albéniz (1860-1909), como es bien sabido, no compuso para la guitarra, aunque su música pianística parece influida por el instrumento español por antonomasia, y ha sido objeto de tantas transcripciones e interpretaciones que piezas como la que abrió el recital del jueves (Asturias) resuenan en el imaginario colectivo tan “de guitarra” como las del otro protagonista de la noche. En efecto, Francisco Tárrega (1852-1909) fue un extraordinario guitarrista y, como compositor, una muestra de que el genio musical puede manifestarse también en los géneros que la historia de la música ha dado en considerar menores, como la llamada “música de salón”, en la que se insertan también, por otra parte, muchas piezas del genial Albéniz.
Ambos autores unieron la música del período romántico en que nacieron con las del Nacionalismo (y otros ismos) entre las que se desenvolvió su madurez, encontrando la fórmula que propició la mejor aportación hispana a la música desde el Renacimiento. Y el jueves tuvieron la suerte póstuma (la música, para serlo, necesita intérpretes) de caer en las manos del mago de la guitarra Pepe Romero, manos capaces de volver fáciles los pasajes más endiablados y andar todavía sobradas para buscar la emoción y la poesía. Un público conocedor aplaudió entregado cada interpretación y arrancó dos propinas que prolongaron un ya de por sí generoso recital: Fantasía Cubana de Celedonio Romero y, antes, Recuerdos de
Antonio Torralba
[Publicado hoy en El Día de Córdoba]
Ah, la melodía del Nokia:
viernes, 9 de julio de 2010
jueves, 8 de julio de 2010
Los caballos de Chauvet
Sobre las sorprendentes imágenes de caballos de la cueva de Chauvet trata el segundo capítulo del libro Autobiografía sin vida de Félix de Azúa que leo estos días. Ya publicó hace casi dos años un artículo interesante en El País sobre el mismo asunto emocionante, aunque ahora el libro amplía argumentos y, sobre todo, los contextualiza dentro de un proyecto mayor, cuyo conocimiento no conviene perderse. "Entre el niño que pudo ver bisontes y caballos en los muros de su hogar y aquel que nunca los vio, hay una separación inicua. La que hoy separa a un guerrero congoleño de siete años armado con una kalashnikov, de su coetáneo que lo está viendo en la pantalla" (p. 36).