Ahora los defienden desde muchos lados. Está de moda (un poco al menos) apoyarlos. Yo los odio por varios motivos. Uno de ellos: creo que fundamentan una de las armas argumentales con las que los centros concertados se "libran" de los alumnos que no quieren. Los centros concertados (esto es una evidencia) tienen menos alumnos con "necesidades educativas especiales", menos alumnos "difíciles", en parte, porque a la gratuidad concertada hay que añadirle los cien eurillos de nada del uniforme. Y eso disuade. Hay más razones, muchas más, tanto si su hijo tiene problemas ("mire, es que aquí no contamos con ..."), como si no ("mire, tenemos unas instalaciones deportivas que para sí las quisieran..."), pero ésa es una de ellas.
Más razones: apartan la escuela de la vida real, a menudo son sexistas, fuerzan a diferenciarse a partir de unos condicionantes chungos, son feos a rabiar, están cargados de connotaciones poco controlables por quien los lleva.
Ahora los defienden desde muchos lados, también algunos rojillos añorantes de su infancia. La nostalgia no es el deseo de regresar a un pasado mejor, es el deseo de regresar al origen y punto. Fuera el que fuese.
10 comentarios:
Estoy de acuerdo, apartan de la vida real, y son feísimos.
Aunque la cuestión no es esa con respecto a los padres que trabajan los dos, la mayoría son (Niños llave).
Dicen los papás que les resulta más cómodo que utilicen uniforme.
De la otra manera los chicos/as, cada día se colocan un vestuario diferente, ¡por lo de presumir...!,
y los padres, las lavadoras y las planchas las tienen locas.
En mi trabajo también nos tienen clasificadas/os.
Pues a mí me resultaban igualmente odiosos por el matiz colectivista que tienen: todos iguales (¿hay algo más de izquierdas?), pero ahora que mi hija pequeña está en un colegio (público) en el que utilizan uniforme veo también las ventajas, y una de ellas, curiosamente, es la económica: el uniforme acaba saliendo mucho más barato que usar para el cole la ropa de calle.
Me sorprende, Pablo, lo que dices. La ropa del "mercadillo" sale baratísima y puede ser más variada. Muchos dicen que si ropas de marca... y yo les contesto: "pero no le compres a tus niños ropas de marca. No des por sentado que no se puede ir contra la moda, no pienses que a los niños los educa sólo la tele", etc.
Completamente de acuerdo. Además de todo lo que has dicho, dificultan que el niño aprenda a respetar a los que no visten como él, ya sea por cuestiones económicas o por tener gustos diferentes.
Bueno, depende de cómo sea el uniforme, de cómo sea el mercadillo y de cómo sea la calidad de la ropa, claro.
En mi caso, te aseguro que el gasto que supondría usar la ropa de calle en el colegio sería superior a lo que cuestan las prendas del uniforme (y mi hija no viste de marca).
Yo he visto en Septiembre a un profesor de gran prestigio y edad, cordobés de renombre, (centro público), NO recoger un trabajo de recuperación a una alumna de 3º de ESO, por como fué vestida el día de la recuperación.
Fueraparte si el trabajo estuviera para aprobar o suspender.
Las formas y el detalle fué horror ¡Yo estaba delante...¡
Iva con chanclas de goma y pantaloncito corto.
Me dije...¡éste hay que llevarlo un tiempo a los extraradios!.
El curso pasado no me pude reir más, cuando un antiguo alunmo vuestro hippie y mayor de edad, se matriculó en un ciclo.
Conociendo un poco el percal,al observar las caras de sorpresa de los profes, al no permitirle salir a la puerta en el recreo por perder el carnet.
El, muy tranquilo se colocó en la entrada sacó de sus bolsillos cuatro pelotas de croché de colores y estuvo media hora haciendo malabarismo.
Fué todo un poema...
Al siguiente día lo mandaro con mucha diplomacia directamente al circo.
¿Qué podía yo hacer...?
Hay un episodio de los simpson sobre este tema bastante gracioso.
He leido recientemente el nuevo ROF, no sé si es igual para todos los centros públicos.
Hace incapié:
Tal como se recoge en el ROF, se debe prestar especial atención a la vestimenta con la que sus hijos/as, (Dirigido a padres), deben asistir al Instituto, el cual es un lugar de trabajo y "No de Ocio".
En cierto modo no es igual ir a la Media Maratón, a la playa, a esquiar, que ir al instituto.
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