Mi amigo Luis Vida (causa sospecha cuando hablamos de las obras de amigos, pero es que el arte como el humor tiene mucho de contextual, de entrar en ambiente, etc.) expone estos días doce fotos que hizo durante un concierto al que fue hace casi veinte años. Las ha colgado en una de las tabernas más bonitas de Córdoba: la de Sociedad Plateros de San Francisco. Pasan desapercidas, porque están entre otras que forman parte de la decoración habitual de la casa: toreros y otras cosas del pasado en blanco y negro. Pasan desapercibidas porque cifran su poesía no en una pretensión sino en un hallazgo. Son clásicas, formalmente habituales.
Si podéis, id y miradlas. Los protagonistas son muy conocidos: Camarón, Tomatito y un altavoz Berenice.
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