viernes, 18 de septiembre de 2009

Espiral ascendente

[16 de septiembre de 2009. Selección Brouwer para guitarra. Leo Brouwer, Suite n. 2; Pieza sin título n. 1; Fuga n. 1; El Decamerón negro; Elogio de la danza; La espiral eterna; Sonata; La ciudad de las columnas. Ricardo Gallén, guitarra. Gran Teatro de Córdoba. 21:00 horas. Un cuarto de entrada.]

Uno podía olvidar que era un monográfico. La selección ofrecida por Ricardo Gallén en el primero de los conciertos del homenaje a Brouwer tuvo esa primera (y destacaré dos más) agradable virtud: la variedad estética. Es algo digno de reseñar, porque a menudo los recitales de guitarra ofrecen obras que, sin serlo, parecen todas del mismo autor. No fue el caso, como digo; y no porque el homenajeado no tenga un estilo definido, sino porque la marca esencial del mismo es la búsqueda de la novedad, la huida de la repetición estéril, el avance.

El segundo aspecto que me llamó la atención fue que, siendo todas las piezas obras maestras de la guitarra, las más recientes (Sonata, de 1990, y La ciudad de las columnas, de 2004) parecieron las mejores, lo que demuestra que la evolución del compositor no se detuvo al ir cumpliendo años. La Suite n. 2, escrita en la adolescencia, es ya una obra atractiva, pero la forma de componer para la guitarra del maestro cubano se expandería enormemente en los años siguientes, alcanzando hitos importantes en obras consideradas emblemáticas del repertorio del siglo XX, como Elogio de la danza (1964), La espiral eterna (1970) o El Decamerón negro (1981).

En la última de las citadas destaca especialmente la tercera cualidad sobre la que quisiera detenerme, el diálogo fértil entre estilos, tradiciones cultas y populares, vanguardias y retaguardias: un sano eclecticismo en pro del placer musical en que parecen fundamentarse todas y cada una de las obras que Gallén hizo sonar el miércoles. El músico linarense mostró una maestría sorprendente a través de una ligera y muy inteligentemente amplificada guitarra que llenó sin estridencias el Gran Teatro. Sus cualidades como intérprete son ideales para este repertorio, porque se parecen a las del autor: amplio abanico de recursos, conocimiento profundo de muchos estilos y altas dosis de autoexigencia.

Por eso viene a cuento la espiral del título, metáfora para la evolución muy del gusto de Brouwer. Una línea que crece, se expande y eleva partiendo de un punto que es la tradición. Y lo hace frecuentándola, girando alrededor. Parece significativo que la más moderna de las obras del recital constituya una expansión de una de las más antiguas. En efecto, La ciudad de las columnas (otra forma de decir La Habana desde el ensayo de Alejo Carpentier), es un desarrollo totalmente nuevo de Pieza sin título n. 1. Cosas de la evolución artística y de la música. La realidad… Para la realidad de la ciudad de las columnas, corazón de Cuba, muchos añoran también una espiral que ascienda. Y sólo ven círculos viciosos.

Antonio Torralba


[Publicado hoy en EL DÍA DE CÓRDOBA]

1 comentario:

klaralonso dijo...

...un compañero del curro me había recomendado un video de "Le duo des chats", de Rossini:
(te lo pego aquí, seguro que lo has visto)...

http://www.youtube.com/watch?v=EjtVDG0drG0

me he puesto a investigar un poco y me he encontrado con tu blog. He alucinado. Ostia! Antonio Torralba!

De ahí he saltado al album de fotos de picassa, y he visto el aula, el pasillo... buah! cuantos recuerdos!...

¿sábes lo que me has gustado de todo?... la portada número 11 de la Revista Aguántala!...

que risa cuando "la Chana" le puso el nombre!...

sigo por los madriles, de periodista, currando para el Instituto de la Mujer y muy metida en un montón de historias...

muy feliz y con mis primeras canas...

ha sido un placer encontrarme contigo y tus recomendaciones...

Nunca te di las gracias por apostar tanto por la revista, por nosotras y nosotros y por mi futuro profesional...

saludos cálidos...

Clara Alonso.