Tan buen ganadico y más en tal valle, placer es guardalle.
Ganado daltura y mas de tal casta
Muy presto se gasta su mala pastura,
Y en buena verdura y más en tal valle, placer es guardalle.
Ansi que yo quiero quardar mi ganado
Por todo este prado de muy buen apero.
Con este tenpero, y más en tal valle, placer es guardalle.
Está muy vicioso y siempre callando,
No anda balando ni es enojoso,
Antes de reposo. En qualquiera valle placer es guardalle.
Conviene guardalla la cosa preciosa,
Qu'en ser codiciosa procuran hurtalla.
Ganado sin falla, y más en tal valle, placer es guardalle.
Pastor que s'encierra en valle seguro,
Los lobos te juro que no le den guerra.
Ganado de sierra traspuesto en tal valle placer es guardalle.
Pastor de buen grado yo siempre sería,
Pues tanta alegría me da este ganado,
Que tengo cuidado de nunca dexalle, más siempre guardalle.
Este texto (la partitura aquí) es de una de las canciones más singulares de Juan del Encina. Aunque no está comunmente aceptado por todos los investigadores (Royston Oscar Jones, en su edición de referencia para Clásicos Castalia, se limita a decir que "hasta hemos llegado a sospechar que se trata de un doble sentido erótico"), parece evidente que se trata de una canción erótica donde el ganado es el pene y el valle la vagina (otras interpretaciones para valle pendientes de aprobación por la Sociedad Española de Musicología). La canción está en compás de 5/8 y es bien sabido que Encina reserva los ritmos ternarios y los de mezcla binario y ternario para las canciones amorosas, festivas u obscenas: "Cucú, cucú cucucú" y "Gasajémonos de huzía" mezclan binario y ternario, la famosa "Hoy comamos y bebamos" y la muy obscena "Si habrá en este baldrés" están en ternario, etc. En resumen, si Encina hubiera querido ir por la línea religiosa hubiera elegido un ritmo binario. Hurgar en el vocabulario ("los lobos te juro que no le den guerra", "ganado de sierra traspuesto en tal valle", "con este tenpero", "la cosa preciosa") es matar el chiste.
Pero el chiste mejor, que demuestra hasta qué punto podía ser cachondo el bufón de los Duques de Alba, es que San Jose María, a la sazón sólo monseñor, cogió el engaño cinco siglos despues y prendóse de la cancioncilla, la cual, transcrita en un aún más zumbón 3/8, fue incorporada a las "canciones de casa" del Opus Dei, en donde entró como caballo de Troya. Ignoro si salió algo alguna vez del mencionado caballo o la gracia se pudrió dentro al no poder ser intuida por unas almas demasiado inflamadas por sus ansias de pureza. Apuesto a que sí. Cuando aún no estaba prohibido el alcohol en las sobremesas "de casa", el mensaje afloraría por los ritmos apuntillados: "placer es guardalle". Por cierto a ver si alguien encuentra la versión de Gregorio Paniagua (Atrium Musicae) que era taco de cachonda. Estaba en un disco llamado Codex Gluteo.