miércoles, 19 de septiembre de 2007

Hambrientos (*)



El Magnificat está en el Evangelio de San Lucas. La Virgen visita a su prima Isabel, que está embarazada como ella, y declama lo más bonito y misterioso del cristianismo: que un dios eligiera la pobreza y la humildad para manifestarse. Eso es tan bonito y tan revolucionario que luego, para ser cristiano, ya sólo te falta un pequeño trámite que cumplir: creértelo.

El texto es el manifiesto comunista: "Derribó a los poderosos de sus tronos y ensalzó a los humildes. A los hambrientos los lleno de bienes y a los ricos los despidió vacíos". Esta segunda frase constituye el "Esurientes", uno de los números más encantadores de la musicalización del Magnificat que realizó Bach en torno a 1723. Bach hizo dos versiones de la misma obra: una en mi bemol mayor y otra en re mayor. En las dos versiones el número en cuestión es para contralto, dos flautas y continuo; sólo varía en el hecho de que las dos flautas de la versión primera son dulces y las de la versión segunda son traveseras. El texto latino es simétrico en sus dos frases de tres palabras cada una:

ESURIENTES IMPLEVIT BONIS
DIVITES DIMISIT INANES

Lo dicho antes: a los hambrientos los colmó de cosas buenas y a los ricos los dejó vacíos.
La musicalización está llena de delicias: implevit ascendente, dimisit hacia abajo, largos melismas sobre implevit y bonis en los que parece que nada notita es un manjar que te meten en la cesta. Y ese bajo como de jazz.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué cosa más buena nos traes aquí. Y qué linda tu ironía... Un beso agradecido.

Antonio Torralba dijo...

¡Gracias por tu visita y tu comentario!

Anónimo dijo...

Si Bach, ni Mozart, ni otros tantos compositores no se lo hubieran creído, no hubiesen escrito nada de eso.......