lunes, 15 de octubre de 2007

E divento muto e sordo...



Me gustaría compartir con vosotros esta hermosísima canción de un compositor no demasiado conocido fuera del ambientillo de la llamada música antigua: Biagio Marini (cinco mil leguas de biagio submarini). Biagio Marini nació en 1587 y murio en 1663. Sólo se sabe de su biografía que tocaba el violín, que se casó tres veces y que trabajó en San Marcos de Venecia. Tiene sonatas muy bonitas y canciones como esta Amante lontano dalla sua donna. Es tal la claridad con que canta Marco Beasley que uno cree entender, aun sin saber italiano, buena parte del texto. Claro que la he escuchado unas cincuenta veces sin cansarme, Y luego dos o tres más ya un poco cansado. Más o menos dice:

Porque estoy lejos del bello rostro, paraíso de mi corazón. Y me encuentro de tal manera que cada empeño es un dolor. Y me vuelvo mudo y sordo si de ella me acuerdo [E divento muto e sordo se di quella mi ricordo]Y acordándome de vuestra bella mirada ardo por dentro del corazón. Y entoces me destrozo de dolor

[A ver si alguien la entiende mejor]

La frase más bonita es ésa de E divento muto e sordo .... Musicalmente la versión destaca también por el interludio compuesto por Guido Morini, el director de Accordone, el grupo que acompaña al tenor agudo Beasley. El disco se llama La Bella Noeva y está en Diverdi. Merece la pena comprarlo.

He estado mirando sobre el tópico literario del amor que no deja trabajar y se remonta a Safo. Luego está en la Eneida (Dido) en el Renacimiento y con especial soltura en Lope de Vega.

Quiero escribir, y el llanto no me deja;
pruebo a llorar, y no descanso tanto;
vuelvo a tomar la pluma, y vuelve el llanto:
todo me impide el bien, todo me aqueja.


Cuando mandé por correo hace tiempo esta canción a algunos de vosotros, Fran Martínez dijo:


Aun recuerdo un poema anónimo del romancero que nos leyó César de la Peña (gran profesor) allá por 2º de BUP:

Estábame yo en mi estudio
estudiando la lición.
Acordeme de mis amores
no podía estudiar, non.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dice Safo: Dulce madre mía, no puedo trabajar, el huso se me cae de entre los dedos: Afrodita ha llenado mi corazón de amor a un bello adolescente.

Antonio Torralba dijo...

¡Qué bonito! Es la misma mujer la de Safo, la de Martin Codax, la Belle Doette de las canciones de tejedora de los troveros... Margarita en la Rueca....
Gracias por tu visita.