miércoles, 18 de diciembre de 2013
jueves, 21 de noviembre de 2013
jueves, 14 de noviembre de 2013
sábado, 9 de noviembre de 2013
¡Qué siga la música!
[7 de noviembre
de 2013. Concierto a la Carta. Temporada de Abono. Ludwig van Beethoven, "Obertura" de Coriolano, op. 62.
Felix Mendelssohn, Concierto para violín
op. 64 en mi menor. Wolfgang amadeus Mozart, Sinfonía n. 40, k. 550 en sol menor. Carlos Rafael Martínez Arroyo,
violín. Orquesta de Córdoba. Dir.: Joost Smeets. Gran Teatro de Córdoba. 20:30
horas. ]
Los atractivos
del concierto del jueves se centraban en el disfrute de tres grandes obras,
presentadas por el ganador del primer premio del Concurso de Dirección de la
Orquesta de Córdoba 2013 (el holandés Joost Smeets) y por el jovencísimo
violinista egabrense (¡catorce años!) Carlos Rafael Martínez Arroyo. Parte de
la atención de la velada, y una de las más largas ovaciones, fueron no obstante
para la lectura de un emotivo texto en el que los miembros de la Orquesta de
Córdoba lamentaban la significativa reducción, por parte de la Junta de
Andalucía, de su aportación presupuestaria al consorcio que, junto a la del Ayuntamiento
de Córdoba, dan sostén económico a la ya veterana formación orquestal. Los
músicos anunciaban una serie de acciones encaminadas a reivindicar la digna
supervivencia de la orquesta, acciones de las que irán dando cuenta a través de
los medios de comunicación y a las que invitaban a sumarse al numeroso público
que sigue su trayectoria. Pero vayamos a la música.
Desde mi punto de vista, la calidad
musical más alta se logró en la interpretación de la Sinfonía 40 de Mozart. Smeets hizo una lectura de maravillosas
claridad y expresividad, con numerosos y novedosos aciertos (la intensificación
en el fraseo de las repeticiones del motivo inicial, para comenzar) que crearon
magia en el escenario. Magistrales las versiones de los dos primeros movimientos.
Y una delicia toda la sinfonía llena de momentos de verdadera emoción.
Justamente, emoción, admiración y
sorpresa fueron también los sentimientos que hizo brotar en la audiencia el
arte de Rafael Carlos Martínez Arroyo, un músico al que sin duda espera una
extraordinaria carrera. Tocó el difícil concierto de Mendelssohn con una
facilidad pasmosa; y no menos valentía y temperamento mostró en la propina:
nada menos que el "Preludio" de la tercera Partita de Bach.
La maravilla de la armonía que, en todos
los sentidos del término, brota de la música estuvo perfectamente representada
en la velada. Un día del extraño otoño cordobés, al buen puñado de
nacionalidades, edades y personalidades distintas representadas en los atriles
de la orquesta, suman sus enormes talentos un niño de Cabra, un joven director holandés
y unos compositores que llevan mucho tiempo muertos. Y con sólo escucharlos nos
hacen ser mucho más felices.
Antonio Torralba
[Publicado hoy en El Día de Córdoba]
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domingo, 13 de octubre de 2013
GENIO DEL NORTE, GENIO DEL SUR
[10 de octubre
de 2013. Primer concierto Temporada de Abono. Bicentenario de Wagner y Verdi. Giuseppe
Verdi, "Obertura" de La forza
del destino; "Vedi! Le fosche
notturne" de Il Trovatore; "Va
pensiero" de Nabucco, "Noi
siamo zingarelle" y "Di Madride noi siam mattadori" de La
Traviata; "Preludio",
"Gloria al Egitto", "Marcha triunfal", "Ballet" y
"Vieni, o guerriero vindice" de Aida. Richard Wagner, Sinfonía en do mayor, WWV 29. Coro de
Ópera Cajasur. Dir: Irina Trujillo. Solistas: Concepción Martos y Domingo
Ramos. Orquesta de Córdoba. Dir.: Lorenzo Ramos. Gran Teatro de Córdoba. 20:30
horas. ]
"Hace
muchos años nos visitó, con el objeto de ver la Mezquita, el gran Verdi y dejó
un autógrafo muy curioso en nuestra ciudad. En el muro de uno de los pisos más
elevados de la torre de la Catedral escribió con lápiz su firma, que,
seguramente, habrá pasado inadvertida para la mayoría de las personas que hayan
subido a aquella altura". Con estas palabras recordaba Ricardo de Montis,
en el segundo tomo de sus Notas
Cordobesas, el paso de Verdi por nuestra ciudad, de cuya catedral diría al
Conde Arrivabene que "merece la reputación de que goza". Se
encontraba el genial operista en nuestro país con un motivo que le une más a
Córdoba que la firma y el elogio. Se trataba del estreno en Madrid (22-2-1863)
de La forza del destino, ópera que,
como es sabido, se basa en el Don Álvaro
o la fuerza del sino del cordobés Ángel de Saavedra. Antes de ésta, Verdi
había compuesto ya dos óperas que basan su argumento en dramas españoles (Simone Boccanegra e Il Trovatore); y otras obras suyas son también de tema hispano,
como Ernani o Don Carlo.
Así que me pareció especialmente
emocionante que el concierto del jueves arrancara con la bellísima obertura de La forza del destino, ya que este año de
2013 (V de la Gran Crisis) podría conmemorarse también, además del bicentenario
del nacimiento de las dos figuras homenajeadas, el 250 aniversario del estreno
de esa grandiosa ópera en España. La mencionada obertura, con una acertada
elección de un tempo algo más rápido de lo habitual, estuvo magníficamente
interpretada; al igual que, en general, todas los conocidos números de óperas
de Verdi que llenaron la primera parte del concierto. En ella, la Orquesta
estuvo acompañada por el Coro de Ópera de Cajasur, que brilló especialmente en
sus dos intervenciones de La Traviata.
En la segunda parte, que se abrió
con emotivas palabras de Lorenzo Ramos sobre el futuro incierto de la Orquesta,
hubimos de emigrar hacia el Norte; casi como en la vida real. Y pasamos del
Verdi más frecuente al Wagner más infrecuente. Del Verdi más Verdi al Wagner
menos Wagner. En efecto, el compositor alemán estuvo representado por su
desconocida Sinfonía en do mayor, una
meritoria obra de juventud no muy inspirada melódicamente y acaso algo
redundante, pero que se escuchó con placer en buena medida por la impecable
lectura de Ramos y la sólida interpretación de todos los miembros de la
Orquesta, que estuvieron soberbios.
En resumen, un magnífico concierto
en el que, justo es decirlo, nos pasó un poco como a Verdi cuando estuvo por
aquí en aquel viaje "largo y fatigoso": que nos gustó más la parte
sur que la norte. "El Escorial (perdóneme la blasfemia) no me gusta.(...)
Es severo, terrible...", escribió el genio italiano fascinado por la
"romántica" Andalucía. ¿Qué hubiera dicho Wagner?
Antonio
Torralba
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Crítica musical,
Orquesta de Córdoba
domingo, 15 de septiembre de 2013
LA MÚSICA, MATERIA NON GRATA
Puede que los
profesores de música en la Educación Secundaria tengamos parte de culpa. Es
decir, puede que no sólo seamos víctimas sino también, en cierto sentido y en
algún grado, responsables de que las asignaturas relacionadas con la música
estén a punto de desaparecer de los institutos, de que continúen su particular
viacrucis comenzado ya hace algún tiempo. Es posible que nos hayan faltado
claridad de ideas, empuje y una vocación clara hacia unas enseñanzas que no son
"de Conservatorio", sino otra cosa. Resumamos primero las sucesivas
catástrofes.
A la presencia de las más masiva de las artes en los
centros de Secundaria le sobrevino una primera desgracia con la desaparición
del Bachillerato Unificado Polivalente. No se dio el deseable paso de la
Historia de la Música de Primero de BUP al curso equivalente de la ESO, esto es,
al Tercero. Se decía que era una asignatura "demasiado teórica" y que
era mejor sustituirla por (y no complementarla con) una Música de "carácter más
práctico" en los dos primeros cursos de la ESO, los que, en edad del
alumnado, se corresponderían con los antiguos Séptimo y Octavo de EGB. Ahí, la
materia se lanzó a nadar en un mar de dudas: entre la flauta dulce y el
lenguaje musical de la Primaria, por un lado, y las audiciones y la historia de
la música de la Secundaria, por otro. La normativa parecía pedir un poquito de
todo y más, pero sin un hilo conductor claro, sin realismo y, en esto como las
demás materias del currículo, con altas dosis de indeterminación. Había muchos profesores (además de, prácticamente,
todos los asesores de la administración) para los que la música o es un
ejercicio práctico o no es; porque pocos piensan que este arte merezca ser
estudiado, como la pintura por ejemplo, sin un instrumento entre las manos. El
resto eran endebles optativas (en Cuarto de ESO y en uno de los cursos del
Bachillerato), ofertadas en muy pocos centros y casi siempre, en la práctica, a
los alumnos menos brillantes y/o motivados.
La segunda calamidad llegó con la supresión a nivel estatal de la optativa Historia de la
Música en Bachillerato, que pudo salvarse in extremis en Andalucía gracias a
las eficaces presiones de un grupo de profesores de instituto y de universidad.
Incluso aquí, en que la optativa pudo salvarse para el Bachillerato de
Humanidades, la materia se debilitó aún más y son muy poco los centros en que
se cursa.
La tercera tragedia es muy reciente. El aumento del
horario lectivo del profesorado hace que no haya horas en muchísimos centros ni
para un solo profesor de música. Y ya se está viendo cómo algunos institutos
prescinden del especialista y, como cuando yo era estudiante, reparten las
Músicas del primer ciclo de la ESO entre los profesores de cualquier otra
asignatura.
El degüello definitivo está al caer. La llamada Ley Wert
precariza aún más la oferta de las materias musicales dejándolas como optativas
ya completamente. Puede que las comunidades autónomas (y ojalá la nuestra)
enmienden un poquillo el entuerto, pero uno sospecha que es difícil que un perro
tan flaco no acabe siendo todo pulgas.
Los auditorios están llenos de un público de edad cada
vez más avanzada que escucha orquestas formadas por músicos cada vez más
jóvenes. No hay que ser un lince para darse cuenta de que los conservatorios
están haciendo mejor su trabajo que los institutos, habida cuenta de que parece
claro que los primeros forman principalmente músicos y los segundos
público. No soy de añorar tiempos
pasados, pero recuerdo con mucho cariño grupos de alumnos del BUP que se
volvían pequeños melómanos y acudían cada recreo al préstamo de discos buscando
sinfonías de Beethoven o conciertos de Vivaldi. No eran muchos aquellos en los
que la afición cuajaba, pero eran. La formación de un oyente sensible es algo no opuesto pero sí
distinto a la formación de un músico. Recordemos que no son los músicos
precisamente quienes llenan las salas de conciertos. La existencia de asignaturas
encaminadas a la formación de la sensibilidad hacia el patrimonio musical y a
la reflexión sobre el hecho y el entorno sonoro es una necesidad inexcusable en
la segunda enseñanza. Porque la música, a diferencia de todas las demás artes,
es ineludible, llega a todos queramos o no.
Antonio Torralba
Profesor de Música de
Instituto y Músico
viernes, 13 de septiembre de 2013
UNA MUSIQUILLA EXTRAÑA
Hace unos días, en una colaboración en El País, Vila-Matas aludía un poco de pasada a este texto de Barthes.
El tiempo que hace
Esta mañana la panadera me dice: "¡el tiempo está bueno todavía! ¡pero el calor ha durado demasiado!" (la gente aquí encuentra siempre que hace demasiado bueno, que hace demasiado calor). Yo añado: "¡y la luz está tan hermosa!" Pero la panadera no me contesta, y una vez más observo ese corto–circuito del lenguaje que se produce infaliblemente en las conversaciones más futiles; comprendo que ver la luz depende de una sensibilidad de clase; o más bien, ya que hay luces "pintorescas" apreciadas con toda seguridad por la panadera; lo que está socialmente marcado es la visión "vaga", la visión sin contornos, sin objeto, sin figuración, la visión de una transparencia, la visión de una no–visión (ese valor infigurativo que está en la buena pintura, pero no en la mala). En suma, nada más cultural que la atmósfera, nada más ideológico que el tiempo que hace.
La alusión de Vila-Matas iba en otro sentido y me ha sorprendido, tras localizar el texto, el contexto auténtico de la cita. En mi mente la anécdota remitía a la destrucción de tópicos que suelen producir la poesía y el humor, esas dos maravillas por las que merece la pena vivir. Fastidian las relaciones humanas puramente formales porque pueden consistir en sólo hablar del tiempo. Y me gustaba la idea de alguien que frena en seco la noria de la rutina con esa frase: "¡y la luz está tan hermosa!" Me recordó ago que me contaron de un profe de Dibujo de la Universidad de Córdoba que, coincidiendo con un alumno en los urinarios de su facultad cortó la cháchara formal de éste con un: "Pasa igual con los boquerones: al separar la raspa siempre parece sonar una musiquilla extraña".
El tiempo que hace
Esta mañana la panadera me dice: "¡el tiempo está bueno todavía! ¡pero el calor ha durado demasiado!" (la gente aquí encuentra siempre que hace demasiado bueno, que hace demasiado calor). Yo añado: "¡y la luz está tan hermosa!" Pero la panadera no me contesta, y una vez más observo ese corto–circuito del lenguaje que se produce infaliblemente en las conversaciones más futiles; comprendo que ver la luz depende de una sensibilidad de clase; o más bien, ya que hay luces "pintorescas" apreciadas con toda seguridad por la panadera; lo que está socialmente marcado es la visión "vaga", la visión sin contornos, sin objeto, sin figuración, la visión de una transparencia, la visión de una no–visión (ese valor infigurativo que está en la buena pintura, pero no en la mala). En suma, nada más cultural que la atmósfera, nada más ideológico que el tiempo que hace.
La alusión de Vila-Matas iba en otro sentido y me ha sorprendido, tras localizar el texto, el contexto auténtico de la cita. En mi mente la anécdota remitía a la destrucción de tópicos que suelen producir la poesía y el humor, esas dos maravillas por las que merece la pena vivir. Fastidian las relaciones humanas puramente formales porque pueden consistir en sólo hablar del tiempo. Y me gustaba la idea de alguien que frena en seco la noria de la rutina con esa frase: "¡y la luz está tan hermosa!" Me recordó ago que me contaron de un profe de Dibujo de la Universidad de Córdoba que, coincidiendo con un alumno en los urinarios de su facultad cortó la cháchara formal de éste con un: "Pasa igual con los boquerones: al separar la raspa siempre parece sonar una musiquilla extraña".
sábado, 10 de agosto de 2013
martes, 30 de julio de 2013
Delia Agúndez & CINCO SIGLOS
2 de julio de 2013
Cuaderno de Ensayo
2 de julio de 2013
Cuaderno de Ensayo
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Pedro y bien te quiero
miércoles, 17 de julio de 2013
TRES MORILLAS
TRES MORILLAS M'ENAMORAN EN JAÉN. Anónimo S. XV
MÚSICAS PARA LA CÁMARA DE ISABEL DE CASTILLA
Delia Agúndez, soprano
CINCO SIGLOS
Un testimonio de las sesiones de estudio y ensayo dedicadas a una de las más famosas piezas del Cancionero de Palacio.
Rehearsal session of one of the most famous pieces included in the Cancionero de Palacio
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Tres morillas
LAS IDAS Y LAS VUELTAS
Las idas y las vueltas
[11 de julio de
2013. Festival de la Guitarra de Córdoba. Las idas y las vueltas: músicas
mestizas. Arcángel. Accademia del Piacere. Gran Teatro de Córdoba. 21:00 horas. ]
Uno de los
motores de la evolución musical es sin duda el contacto entre culturas: la
mutua influencia entre grupos humanos producto del dominio, de la admiración o
del simple contacto. Sin duda, podría hacerse una historia de la música (y, por
supuesto y muy especialmente, de la música española) basada en ese concepto
que, sin embargo, sólo de una forma muy aproximada coincide con lo que hoy en
los medios se llama "fusión". Por ejemplo, mientras que el mestizaje
es a menudo involuntario y a contrapelo de lo social (puedo odiarte, pero no
puedo evitar que mi música asimile elementos de la tuya), la fusión obedece a
un empeño deliberado, guiado por la mercadotecnia o por cualquier idea política,
usada la expresión en su sentido más amplio y noble. Como la música está hecha
además de una pasta especial, puedes pretender fusionar flamenco con
Renacimiento y sentir el oyente que lo que mezclas es jazz con metal de los 90,
por poner un caso.
Todas estas reflexiones pudieron
agolparse en la mente del oyente aficionado al flamenco y/o a la música
histórica que asistiera el jueves pasado al interesantísimo concierto de
Arcángel y Accademia del Piacere en el Gran Teatro. En él, Fahmi Alqhai y
Arcángel, acompañados de otros cinco excelentes músicos del mundo joven del flamenco
y de la música antigua, ofrecían un diálogo entre esos dos continentes
musicales. Como todo experimento artístico, el edificio se asentaba por fuerza
en el terreno fértil pero inestable de la duda, del tanteo. Y ello sin contar
con el tema manido del purismo o la pureza, que es una pareja terminológica tan
socorrida y estéril como esas de libertad y libertinaje, amistad y amiguismo, etc.
Faltaría a la verdad si dijera que
el proyecto de Fahmi Alqhai y Arcángel me apasiona. Entiendo que sólo se atisban
analogías fuertes entre el flamenco y la música escrita española a partir de
finales del Barroco; y, no sé si por ello, sólo las piezas finales del
concierto me parecieron musicalmente sostenibles. Y entiendo igualmente, amén
de otras salvedades, que la formación instrumental del lado antiguo, con tres
violas de gamba y una guitarra barroca, quizás no sea la más adecuada para potenciar
la intención del proyecto. Pero faltaría aún más gravemente a la verdad si no
reconociera que sobre el escenario había siete músicos soberbios, virtuosos y
con un sentido del ritmo alucinante y una musicalidad general portentosa.
Igualmente, faltaría a la verdad si no reconociera que el público manifestó
mayoritariamente un entusiasmo desbordante, estímulo que para un artista vale
-y es lógico que así sea- más que cualquier crítica o autocrítica. Desde mi
sensibilidad, sin embargo, la emoción estaba frenada no sólo por lo que me
parecía un planteamiento general poco profundo, sino especialmente por dos
detalles: la formación instrumental elegida para la ocasión y una amplificación
tímbricamente desafortunada en las violas y excesiva en la percusión flamenca.
Hubo momentos en que el enorme talento de los músicos brillaba sobre esos
-repito, a mi juicio- obstáculos. En especial dos, casi al final de la velada:
los Canarios de Gaspar Sanz y la
serie final a partir de la guaracha de Convidando
está la noche de Juan García de Céspedes. Me hizo salir del teatro deseando
seguir la pista a estos excelentes músicos.
Antonio
Torralba
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Crítica musical
lunes, 8 de julio de 2013
POR MAYO ERA POR MAYO
POR MAYO ERA POR MAYO. Anónimo S. XV
Delia Agúndez, soprano
CINCO SIGLOS
Grabación realizada el día 1 de julio de 2013
La mayoría de las fotos son de Rafael Herrera.
miércoles, 12 de junio de 2013
ROMANCES Y VILLANCICOS
ROMANCES Y VILLANCICOS
Es sobre todo en la época de los Reyes Católicos cuando la rica lírica popular es asumida por las clases cultas como un entretenimiento cortesano. Romances y villancicos de raíz popular son glosados por los poetas de la corte, vueltos a lo divino en ocasiones por requerimiento de la reina, tratados polifónicamente por los maestros de capilla, objeto de variaciones por los tañedores. Y constituyen, por voluntad expresa de los monarcas, la materia musical básica de los entretenimientos propios "de la Sala". Algunas de esas elaboraciones, que conservan toda la gracia y el sabor de su origen popular, se han conservado en el conocido como Cancionero de Palacio, la colección más estrechamente vinculada a los Reyes Católicos.
Es curioso (y sintomático) que algunas de esas joyas del arte hispano sean muy conocidas en su faceta literaria y nada o casi nada en la músical. Todo español que se haya sentado en un pupitre tendrá un recuerdo más o menos vivo del romance del prisionero cautivo en una oscura mazmorra sin otra referencia temporal que la compañía de un pajarillo que le cantaba al albor. La versión musical contenida en el Cancionero de Palacio es sin embargo casi totalmente desconocida, muy poco programada a pesar de su intensa belleza.
Esto mismo podría decirse de buena parte de las obras que integran el recital que constituye el actual proyecto de CINCO SIGLOS. Nos acompaña la soprano Delia Agúndez.
Es sobre todo en la época de los Reyes Católicos cuando la rica lírica popular es asumida por las clases cultas como un entretenimiento cortesano. Romances y villancicos de raíz popular son glosados por los poetas de la corte, vueltos a lo divino en ocasiones por requerimiento de la reina, tratados polifónicamente por los maestros de capilla, objeto de variaciones por los tañedores. Y constituyen, por voluntad expresa de los monarcas, la materia musical básica de los entretenimientos propios "de la Sala". Algunas de esas elaboraciones, que conservan toda la gracia y el sabor de su origen popular, se han conservado en el conocido como Cancionero de Palacio, la colección más estrechamente vinculada a los Reyes Católicos.
Es curioso (y sintomático) que algunas de esas joyas del arte hispano sean muy conocidas en su faceta literaria y nada o casi nada en la músical. Todo español que se haya sentado en un pupitre tendrá un recuerdo más o menos vivo del romance del prisionero cautivo en una oscura mazmorra sin otra referencia temporal que la compañía de un pajarillo que le cantaba al albor. La versión musical contenida en el Cancionero de Palacio es sin embargo casi totalmente desconocida, muy poco programada a pesar de su intensa belleza.
Esto mismo podría decirse de buena parte de las obras que integran el recital que constituye el actual proyecto de CINCO SIGLOS. Nos acompaña la soprano Delia Agúndez.
jueves, 30 de mayo de 2013
domingo, 28 de abril de 2013
lunes, 22 de abril de 2013
sábado, 20 de abril de 2013
CONCIERTO PRÓXIMO SÁBADO
MÚSICAS PARA LA CÁMARA DE ISABEL DE CASTILLA
Danzas, romances, recercadas y villancicos glosados del Renacimiento español
ANÓNIMO S. XV
Propiñán de Melyor, glosas instrumentales
JUAN DEL ENCINA (1468-h.1529)
Qu' es de ti desconsolado, glosas instrumentales sobre un romance
Si habrá en este baldrés, glosas instrumentales sobre un villancico
Una sañosa porfía, glosas instrumentales sobre un romance
Pedro y bien te quiero, glosas instrumentales sobre un villancico
FRANCISCO DE LA TORRE (h.1460-h.1504)
Dime triste coraçón, glosas instrumentales sobre un villancico
ANÓNIMO S. XV
Enemiga le soy madre, glosas instrumentales sobre un villancico
JUAN PONCE (h. 1460-1521)
Allá se me ponga el sol, glosas instrumentales sobre un villancico
ANÓNIMO S. XV
Tres morillas m'enamoran en Jaén, glosas instrumentales sobre un villancico
Pase el agoa, glosas instrumentales sobre un villancico
ANÓNIMO SEFARDÍ
Triste estaba el Rey David, glosas sobre un romance
DIEGO ORTIZ (h. 1510-h.1570)
Tres recercadas
CINCO SIGLOS
Antonio Torralba, flautas
Gabriel Arellano, vihuela de arco
Miguel Hidalgo, vihuela de mano y dirección
José Ignacio Fernández, bandurria renacentista
Daniel Conde, rabel bajo
Antonio Sáez, percusión
Danzas, romances, recercadas y villancicos glosados del Renacimiento español
ANÓNIMO S. XV
Propiñán de Melyor, glosas instrumentales
JUAN DEL ENCINA (1468-h.1529)
Qu' es de ti desconsolado, glosas instrumentales sobre un romance
Si habrá en este baldrés, glosas instrumentales sobre un villancico
Una sañosa porfía, glosas instrumentales sobre un romance
Pedro y bien te quiero, glosas instrumentales sobre un villancico
FRANCISCO DE LA TORRE (h.1460-h.1504)
Dime triste coraçón, glosas instrumentales sobre un villancico
ANÓNIMO S. XV
Enemiga le soy madre, glosas instrumentales sobre un villancico
JUAN PONCE (h. 1460-1521)
Allá se me ponga el sol, glosas instrumentales sobre un villancico
ANÓNIMO S. XV
Tres morillas m'enamoran en Jaén, glosas instrumentales sobre un villancico
Pase el agoa, glosas instrumentales sobre un villancico
ANÓNIMO SEFARDÍ
Triste estaba el Rey David, glosas sobre un romance
DIEGO ORTIZ (h. 1510-h.1570)
Tres recercadas
CINCO SIGLOS
Antonio Torralba, flautas
Gabriel Arellano, vihuela de arco
Miguel Hidalgo, vihuela de mano y dirección
José Ignacio Fernández, bandurria renacentista
Daniel Conde, rabel bajo
Antonio Sáez, percusión
jueves, 18 de abril de 2013
EL ENCANTO DE ARA MALIKIAN
[04 de abril de
2013. Octavo Concierto Temporada de Abono. José Luis Turina, Homenaje a Oscar Wilde. Concierto para
violín y orquesta. Enrique Fernández Arbós, Bolero. Tres piezas de concierto para violín y orquesta. Ara
Malikian, violín. Orquesta de Córdoba. José Luis Temes, dirección. Gran Teatro
de Córdoba. 20:30 horas.]
Interesantísimo
concierto el ofrecido por nuestra orquesta como octavo de su actual temporada
de abono. Los alicientes se centraban en la novedad del repertorio y,
evidentemente, en la personalidad musical del solista invitado: el violinista
libanés Ara Malikian. Éste no defraudó en absoluto en sus tres intervenciones;
cuatro, si contamos la simpática explicación antes de la propina, presentación
llena de modestia, humor y naturalidad. La primera intervención de Malikian fue
en el concierto de José Luis Turina, quien se encontraba, por cierto, en la
sala y también compartió con el elenco de intérpretes los prolongados aplausos
al final de la pieza. El solista, que grabó la obra con la Orquesta de Córdoba
y Temes en 2009, mostró un dominio absoluto de las dificultades y supo sacar
partido expresivo a todos los ambientes emocionales a los que esta obra
virtuosa enfrenta al violín. En las piezas de concierto de Arbós brilló aún
más, aunque la orquesta no lograra estar a su altura en cuanto a fuerza y
precisión rítmicas. Como en la brillante propina (una ecléctica composición
propia de carácter improvisatorio), Malikian hizo gala de un sonido bellísimo,
una técnica llena de naturalidad y una fuerza expresiva cautivadora.
El otro aliciente de la velada se
centraba, como decía, en la novedad del programa: dos obras (el concierto de
Turina y el Bolero de Arbós) entraban
por primera vez en el repertorio de la
Orquesta de Córdoba; y la versión orquestal del Homenaje a Oscar Wilde de Turina era estreno absoluto. De estas
obras, la de mayor enjundia es el ya mencionado Concierto para violín, obra de muy sólida factura, llena de
originalidad y hallazgos expresivos, que fue muy bien realizada por todos los
intérpretes, destacando especialmente la sección de percusión, siempre un valor
seguro de nuestra orquesta. Ésta, como ya he apuntado, estuvo algo más
desafortunada en la segunda parte. Las piezas de Fernández Arbós programadas
basan en gran medida su encanto en el garbo rítmico y este aspecto no fue del
todo bien resuelto a mi juicio por la formación cordobesa y su director para la
ocasión.
Mención aparte merece la encantadora
obra que abrió la velada, el Homenaje a
Oscar Wilde, una obra sencilla de pretensiones, pero muy bien compuesta en
sus cuatro movimientos interrelacionados. Escrita originalmente para cuarteto
de cuerda en 1997, fue adaptada por su autor para orquesta de cuerda en 2004 y
para orquesta sinfónica en 2013. Esa versión recién acabada fue la que hizo
sonar espléndidamente la Orquesta de Córdoba el jueves pasado.
Antonio
Torralba
[Publicado en El Día de Córdoba el 6 de abril de 2013]
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miércoles, 27 de marzo de 2013
OTRO GÉNERO DE CANARIOS
En las páginas 221 y 222 de uno de los volúmenes (M/1360 de la BNE) de sus Flores de Música (1709), el organista Fray Antonio Martín recoge dos tipos de Canarios: uno más convencional (en compás de 6/8) y otro en 3/4 (que llama "Otro género de canarios") más curioso. De esta antología maravillosa, que recoge piezas de muy diversos autores, así como, digamos, genéricos como estos canarios, hay edición moderna de Genoveva Gálvez, así como digitalización en Biblioteca Digital Hispánica.
En el año 2006 CINCO SIGLOS montó una versión glosada de los segundos canarios, pieza que finalmente no se incluyó en ninguno de sus dos discos dedicados a estos repertorios.
La presentamos ahora ilustrada con "bodegones" de instrumentos del grupo. Esperamos que os guste. En el año 2006 CINCO SIGLOS montó una versión glosada de los segundos canarios, pieza que finalmente no se incluyó en ninguno de sus dos discos dedicados a estos repertorios.La presentamos ahora ilustrada con "bodegones" de instrumentos del grupo. Esperamos que os guste.
En el año 2006 CINCO SIGLOS montó una versión glosada de los segundos canarios, pieza que finalmente no se incluyó en ninguno de sus dos discos dedicados a estos repertorios.
La presentamos ahora ilustrada con "bodegones" de instrumentos del grupo. Esperamos que os guste. En el año 2006 CINCO SIGLOS montó una versión glosada de los segundos canarios, pieza que finalmente no se incluyó en ninguno de sus dos discos dedicados a estos repertorios.La presentamos ahora ilustrada con "bodegones" de instrumentos del grupo. Esperamos que os guste.
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Martín y Coll
domingo, 17 de marzo de 2013
LA IGNORANCIA DE LOS MAESTROS
Quiero difundir este artículo de mi amigo Raúl Ávila Gómez, uno de los mejores profesores de Lengua y Literatura de Secundaria que he conocido.
LA IGNORANCIA DE LOS MAESTROS
La noticia es
que un alto porcentaje de opositores de Primaria de Madrid no sabe cosas que en
teoría debe saber un niño de 12 años.
Y
sólo con teclear en Google “el 86% de los maestros” compruebas que la mancha de
descrédito (otra más) ya se ha extendido, que el vertido ya ha hecho su efecto
y no ha tardado en contaminar la red con su olor a política podrida.
Y
lees el titular de un periódico supuestamente serio que dice “Maestros
suspensos en Primaria” y piensas en el lamentable papel del medio que propaga un
eslogan sin reparar en el evidente propósito ideológico que lo sustenta.
Y ves de qué manera tan burda se establece en
las noticias de la 1 (de nuevo la voz de su amo) la conexión entre el problema
y la solución, la asociación sesgada entre la falta de conocimientos de los
maestros (o aspirantes, qué más da) y los cambios en el sistema de acceso previstos
por el gobierno de la Comunidad de Madrid, esa administración a la que todos
los ciudadanos decentes deberíamos estar agradecidos por su firme defensa de
los servicios públicos.
Y
te inquieta que el personal de una consejería regional se dedique a difundir
las contestaciones erróneas de unas pruebas de selección (no sé cuanta gente
escudriñando exámenes de 2011 en busca de disparates que acrecienten la insidia
y la hagan más impactante y/o chistosa, elaborando minuciosas estadísticas en
pro de la enseñanza de calidad).
Y
te cabreas y dices que ya está bien, que hace unos meses tuviste que aguantar a
los levantadores de la patria con lo de las dos horas más de clase a la semana
y ahora esto.
Y
tiras del hilo en Internet y te cabreas más y dedicas tus mejores deseos del
día a esos decididos impulsores de conciertos educativos, la consejera de la
foto y el sucesor de Esperanza Aguirre —al que Dios guarde (bajo llave) muchos
años—.
Y vuelve a última hora el calentón y te
sientes solo y escribes un artículo para el periódico como el que mete un
mensaje dentro de una botella.
Y luego
se te pasa y piensas que no, que no podrán con nosotros. Y te pones a preparar
la clase de mañana.
Raúl
Ávila Gómez (Profesor)
sábado, 16 de marzo de 2013
Y AHORA ¡LOS MAESTROS!
Nada más peligroso que un tonto que se cree listo. Es la estela de Esperanza Aguirre. Se trata de decir algo aparentemente incuestionable, pero poco estudiado. Y decirlo tajantemente, para que la peña más o menos afín, más o menos cabreada, más o menos hambrienta de populismo, cansada de "corrección política" diga: "por la cara", "ha hablado bien", "ha llamado a las cosas por su nombre". Se crea el estilo Pérez Reverte. Si matizas, aburres. Si explicas, el mensaje se diluye, no llega. Hay una empresa que lanza mierda sobre sus trabajadores sin plantearse que lo normal en esos casos es renovar el consejo de administración. Me refiero a la Comunidad de Madrid. ¿A qué mente calenturienta se le ha ocurrido hurgar en la basura? ¿Cuántos medios humanos se han dedicado a investigar los exámenes no aprobados en oposiciones a maestros para echar otra paletada de descrédito sobre quien sea? Ahora toca amplificarlo en los medios hasta la náusea. La culpa de que los niños no sepan es que los maestros no saben. ¿Quiénes, los que aprobaron la oposición? No, no: los que la suspendieron.
jueves, 14 de marzo de 2013
lunes, 11 de marzo de 2013
AIRES DEL BARROCO HISPANO en Córdoba
25º ANIVERSARIO DEL IES "ÁNGEL DE SAAVEDRA"
VIERNES, 15 DE MARZO. 20:30 HORAS
IES "ÁNGEL DE SAAVEDRA". Salón de Actos
Barriada de Valdeolleros
(C/ José Sánchez Guerra, s.n.)
Entrada libre hasta completar aforo
AIRES DEL BARROCO HISPANO
Anónimo (S. XVII)
Folías, glosas instrumentales
Bartolomé de Selma y Salaverde (h. 1580-h. 1638)
Gallarda y Corrente, danzas
Luis de Briceño (h. 1580-¿)
Dança llamada La Españoleta y Gran Chacona, danzas
Andrea Falconiero (1585-1656)
La Monarca y Brando dicho el Melo, danzas
Emilio de Cavalieri (h. 1550-1602)
Gran Duque de Florencia y Vuelta, glosas
Luis de Góngora (1561-1627) [Atribuida]
Jácara
Gaspar Sanz (1640-1710)
Villano y Zarabanda, danzas
Santiago de Murcia (1673-1739)
Fandango, Zarambeques y Jota, danzas
CINCO SIGLOS
Miguel Hidalgo, guitarra barroca y dirección
Antonio Torralba, flautas
Gabriel Arellano, violín barroco
José Ignacio Fernández, bandurria barroca
Daniel Sáez, violonchelo barroco
Antonio Sáez, percusión
AIRES DEL BARROCO HISPANO
Los tiempos que median entre las vidas de Velázquez y Goya acogieron el tercer gran momento de la música hispana para instrumentos.
El primero, lleno de laúdes, rabeles y axabebas, correspondió a la baja Edad Media y está marcado por la compleja realidad mudéjar. El segundo, el pleno Renacimiento de los violones, las vihuelas y los órganos, supone la particular visión autóctona del arte europeo de la glosa. Y este tercero, rebosante de seguidillas, zarabandas, jotas, españoletas y fandangos, viene a culminar los dos anteriores, teniendo como especiales protagonistas a la guitarra barroca de cinco órdenes y a su pequeña compañera, la bandurria. Ambas suponen la cristalización de emblemáticos instrumentos que anduvieron entre las manos de los músicos españoles desde muy antiguo. Desde ese primer momento a que aludíamos, suenan en las miniaturas del rey Alfonso X y entre los juglares del Libro de Buen Amor; y, luego, en los mesones y plazuelas de la novela picaresca, en los versos de los cancioneros, en las comedias de Lope de Vega y en el arte sutil de Luis de Góngora, él mismo tañedor.
En efecto, y aunque esto último no es muy conocido, Góngora fue músico. Y no ya sólo porque amara las palabras: su timbre, el ritmo grave o alegre con que se ordenan en los versos, los juegos con que imitan los sonidos del mundo… Don Luis de Góngora y Argote, el príncipe de los poetas españoles, tocaba la bandurria y la guitarra (llegó a ir a juicio al negarse a devolver una que le habían prestado) y frecuentaba a comediantes y tañedores por ser –son sus palabras- “tan aficionado a la música”. En el manuscrito 4118 de la Biblioteca Nacional de España, uno de los considerados buenos de entre los que transmiten las obras del poeta, hay varias piezas de bandurria que los especialistas consideran salidas de la inspiración musical de Góngora, o, al menos, habituales del repertorio que llenó sus soledades. Hemos incluido una en nuestro recital y la hemos rodeado de otras de autores coetáneos (Bartolomé de Selma, Luis de Briceño y Andrea Falconiero) y anónimas.
domingo, 10 de marzo de 2013
CINCO SIGLOS EN PROGRAMA DE MANO
El reportaje de ayer (09/03/2013) en PROGRAMA DE MANO realizado durante el ensayo para el concierto en la Fundación Juan March el 16/02/2013.
sábado, 9 de marzo de 2013
miércoles, 6 de marzo de 2013
CONCIERTO EN CÓRDOBA
El IES ÁNGEL DE SAAVEDRA está en la Barriada de Valdeolleros (C/ José Sánchez Guerra, s.n.). La entrada al concierto es libre.
AIRES DEL BARROCO HISPANO
Anónimo (S. XVII)
Folías, glosas instrumentales
Bartolomé
de Selma y Salaverde (h.
1580-h. 1638)
Gallarda y Corrente, danzas
Luis de Briceño
(h. 1580-¿)
Dança
llamada La Españoleta y Gran Chacona, danzas
Andrea
Falconiero (1585-1656)
La Monarca
y Brando dicho el Melo, danzas
Emilio de
Cavalieri (h.
1550-1602)
Gran Duque
de Florencia y Vuelta, glosas
Luis de
Góngora (1561-1627)
[Atribuida]
Jácara
Gaspar
Sanz (1640-1710)
Villano y
Zarabanda, danzas
Santiago
de Murcia (1673-1739)
Fandango, Zarambeques
y Jota, danzas
CINCO SIGLOS
Miguel Hidalgo, guitarra barroca y dirección
Antonio Torralba, flautas
Gabriel Arellano, violín barroco
José Ignacio Fernández, bandurria barroca
Daniel Sáez, violonchelo barroco
Antonio Sáez, percusión
AIRES DEL BARROCO HISPANO
Los tiempos que median entre las vidas de
Velázquez y Goya acogieron el tercer gran momento de la música hispana para
instrumentos.
El primero, lleno de
laúdes, rabeles y axabebas, correspondió a la baja Edad Media y está marcado
por la compleja realidad mudéjar. El segundo, el pleno Renacimiento de los
violones, las vihuelas y los órganos, supone la particular visión autóctona del
arte europeo de la glosa. Y este tercero, rebosante de seguidillas, zarabandas,
jotas, españoletas y fandangos, viene a culminar los dos anteriores, teniendo
como especiales protagonistas a la guitarra barroca de cinco órdenes
y a su pequeña compañera, la bandurria. Ambas suponen la cristalización de
emblemáticos instrumentos que anduvieron entre las manos de los músicos
españoles desde muy antiguo. Desde ese primer momento a que aludíamos, suenan
en las miniaturas del rey Alfonso X y entre los juglares del Libro
de Buen Amor; y, luego, en los mesones y plazuelas de la novela
picaresca, en los versos de los cancioneros, en las comedias de Lope de Vega y
en el arte sutil de Luis de Góngora, él mismo tañedor.
En efecto, y aunque esto
último no es muy conocido, Góngora fue músico. Y no ya sólo porque amara las
palabras: su timbre, el ritmo grave o alegre con que se ordenan en los versos,
los juegos con que imitan los sonidos del mundo… Don Luis de Góngora y Argote,
el príncipe de los poetas españoles, tocaba la bandurria y la guitarra (llegó a
ir a juicio al negarse a devolver una que le habían prestado) y frecuentaba a
comediantes y tañedores por ser –son sus palabras- “tan aficionado a la
música”. En el manuscrito 4118 de la Biblioteca Nacional de España, uno de los
considerados buenos de entre los que transmiten las obras del poeta, hay varias
piezas de bandurria que los especialistas consideran salidas de la inspiración
musical de Góngora, o, al menos, habituales del repertorio que lleno sus
soledades. Hemos incluido una en nuestro
recital y la hemos rodeado de otras de autores coetáneos (Bartolomé de Selma,
Luis de Briceño y Andrea Falconiero) y anónimas.
La
parte final de este breve recital abunda en la larga vida que aquellas danzas y
tañidos forjados en el primer barroco español tuvieron en el mundo del teatro y
de las escuelas de baile; en los ambientes populares y cortesanos.
domingo, 3 de marzo de 2013
SANTIAGO BÁEZ, MÚSICO
[28 de febrero
de 2013. Concierto del Día de Andalucía. Joaquín Turina, La oración del torero, op. 34. Rapsodia sinfónica para piano y cuerdas,
op. 66. Santiago Báez, Concierto para
piano y orquesta n. 1. Wofgang Amadeus Mozart, Sinfonía n. 41 "Júpiter" en do mayor, K. 551. Santiago
Báez, piano. Orquesta de Córdoba. Lorenzo Ramos, dirección. Gran Teatro de Córdoba.
20:30 horas]
Digámoslo de
entrada: el concierto del pasado jueves fue una maravilla. La orquesta tocó
estupendamente, la dirección fue magnífica, la selección de las obras ideal y
el solista de primera.
La orquesta brilló como en sus
mejores momentos: conjunción, afinación, capacidad de matiz y entusiasmo en las
cuatro obras que componían el programa. Su flamante director da la impresión de
saber trabajar muy bien la preparación previa de las piezas, lo que se traduce
en una seguridad y una contundencia expresiva que hace escuchar la música de
forma placentera, sin las distracciones que a veces pueden producir las
imprecisiones. Sobre esa base solida, que a veces se ha podido echar de menos
en otros momentos de la excelente formación cordobesa, van brotando aquí y allá
hallazgos expresivos que cautivan al oyente: las dinámicas sutiles en las obras
de Turina, las efectistas en la de Báez, los fraseos en la genial creación de
Mozart.
Muy acertada nos pareció, por
cierto, la programación de la velada: una primera parte de autores andaluces y
una obra cumbre de la historia de la música en la segunda. Recuerdo que esa
misma fórmula se utilizó en otro memorable concierto del Día de Andalucía: el
de 2009. Como entonces, tras la impecable y solemne interpretación del Himno de
Andalucía, comenzó la fiesta. Dos alicientes fuertes eran la interpretación,
por primera vez a cargo de la Orquesta de Córdoba, de la Rapsodia sinfónica para piano y cuerdas op. 66 (1931) y el estreno
de Báez. La Rapsodia es una obra interesantísima que nos muestra a un Turina quizás menos conocido: el que quería
alejarse, como dijo, "de las castañuelas tradicionales" insertándose
en las grandes corrientes universales de su tiempo.
El Concierto para piano y orquesta n. 1 (2010) de Santiago Báez (1982)
es una obra sorprendente. Un virtuosismo pianístico (¡y orquestal!)
apabullante, lleno de inteligentes golpes de efecto, se conjuga con una solidez
compositiva de altura. Hay un manejo sabio de los materiales musicales puestos
en juego, alguno tomado de su obra Mosaik,
que pudimos escuchar en el concierto de 2009 a que aludía antes. Como en aquel
momento, pero esta vez aún en mayor grado, uno siente estar escuchando algo
realmente creativo, a la vez profundo y fácil; nuevo, pero también arraigado en
la tradición. Sumando a ello la soberbia interpretación que nos ofreció su
autor, uno piensa que pocos merecen hoy como él la unión a su nombre de la
palabra músico.
Antonio
Torralba
[Publicado en El Día de Córdoba]
Etiquetas:
Crítica musical,
Orquesta de Córdoba,
Santiago Báez
viernes, 1 de marzo de 2013
LA SEMANA QUE VIENE EN PROGRAMA DE MANO
La semana que viene , sábado 9 de marzo, hay un reportaje sobre Cinco Siglos en Programa de Mano, el programa de música de La 2. Es a las 11:30 h. Fue grabado durante el ensayo de nuestra pasada actuación en la Fundación Juan March.
viernes, 15 de febrero de 2013
MAÑANA EN LA FUNDACIÓN JUAN MARCH
16.02.2013
MADRID
FUNDACIÓN JUAN MARCH
12:00
SONES DE INSTRUMENTOS
Música instrumental de la Edad Media
CINCO SIGLOS
Antonio Torralba, flautas
Miguel Hidalgo, laúd
Gabriel Arellano, viola
José Ignacio Fernández, cítola
Daniel Sáez, rabel
Antonio Sáez, percusión
lunes, 4 de febrero de 2013
AUTOCRÍTICA
Creo que todo iría mejor si todos hiciéramos autocrítica con el mismo entusiasmo con que hacemos crítica a secas. La enseñanza va mal (no peor que "antes", pero sí mal) por culpa de políticos, alumnos, padres, medios de comunicación, inercias sociales.... Y también por culpa de los profesores. La mayoría de nosotros, por no decir todos, podríamos ser mejores maestros. Algunos, muchísimo mejores.
En España, desde 1990 hasta casi el inicio de la crisis, la demanda de profesores ha crecido de forma desorbitada debido sobre todo a la universalización de la enseñanza obligatoria empeñada justamente en llegar a los últimos rincones del tejido social. En Secundaria, de una forma espectacular que ha acabado por situar frente a adolescentes cada vez más distintos, diversos entre sí y difíciles en general a profesores armados de poco más que un título de licenciado (o un título superior de conservatorio) y algún cursillo de pedagogía. A menudo, sin una vocación previa ni otra herramienta pedagógica que los recuerdos (mitificados, mistificados) de sus épocas de estudiantes. La formación continuada queda al arbitrio de cada uno y, desgraciadamente, se ha ideologizado como casi todo por aquí. Si eres de los que piden que el alumno sepa cosas de la vida y obra de Beethoven eres un profesor distinto de aquel que pide a los chavales (complicándoles y complicándose más la vida, todo hay que decirlo) que imagine los lugares de su ciudad donde podría escucharse a Beethoven, que tararee o toque en un instrumento sus melodías, que cante (o canturree) en clase. Si llevas periódicos al aula de literatura o te empeñas en que los alumnos elaboren uno estás en un bando distinto al del profesor que prefiere demorarse hablando (él) de Lope de Vega... Pero no son posturas contrapuestas, ni más "modernas" unas que otras. Han existido siempre y su combinación sin miedo, con arte y de forma juiciosa y optimista constituye el cuerpo de la tarea de enseñar.
Pero muchos de nosotros imitamos a los malos políticos, padres, alumnos... y tiramos por la vía fácil de justificarnos; sobre todo ahora, que es tan fácil encontrar coartadas.
domingo, 13 de enero de 2013
TERTULIANOS
Carlos Piera (1942-) es un poeta y profesor de literatura que ha escrito algunos libros fundamentalmente sobre el papel del sujeto en los diferentes géneros.
Estoy leyendo un ensayo que me resulta muy sugerente titulado La moral del testigo (Bobadilla del Monte: Machado Libros, 2012). Hay varias ideas muy interesantes para la reflexión. Algunas veces, no tanto por su originalidad, sino por el desmenuce argumental. Una de ellas trata sobre la opinión, la doxa. Lo cito libremente. La cantidad de gente que lee columnas de opinión, editoriales, y cartas al director sabe que la opinión es muy entretenida. Incluso indignarse con la opinión de otro distrae. Algunos periódicos españoles baten el record mundial de número de columnas de opinión y también son numerosas las tertulias radiofónicas. ¿Por qué resulta tan atractiva la opinión tanto para el que la mantiene como para el testigo pasivo de la misma? Piera propone que la opinión funciona como un relato reducido al mínimo; en el límite, como un cuadro o una escena de ese relato. Más en concreto, funciona como una forma de narración imaginaria cuyo héroe es/soy "yo". Tan evidente es que nunca defendemos opiniones que pensamos erróneas como que nos encanta tener razón. Lo cito literalmente:
"Esto último da lugar a mucho conflicto innecesario, allí donde el conflicto puede revelar cuánta razón teníamos. Si el objeto de, pongamos, un debate televisado es que cada uno de los participantes exhiba la muchísima razón que le asiste, entonces no hay forma de alcanzar un acuerdo: tras una confrontación de palabras hay una confrontación de películas diferentes y en cada una de estas películas el héroe, esto es, el hablante, debería vencer, de forma que, si sale derrotado, es que ha podido con él la mera adversidad. Si el acuerdo llega habrá sido por consideraciones prácticas, impuestas desde fuera, limitando así lo happy del end."
Sigo copiando:
"En todo caso, las películas mismas no se discuten nunca, pues concebir la necesidad de cuestionarlas obligaría a revisar los términos del debate, admitiendo muchas veces que son absurdos. Se advierte que, en rigor, no puede haber aquí ganadores ni perdedores, pues las películas son diferentes. La moda actual de que los debates se ganen o se pierdan (o que alguien se lleve el gato al agua) no es síntoma de una degradación de los mismos; al contrario revela su auténtica esencia. Sólo desde fuera, para un espectador pasivo, tiene sentido un debate así, y ese sentido no tiene nada que ver con la verdad, ni siquiera con la retórica, si esta es el arte de persuadir. Uno gana en tanto que actor: el ganador es quienquiera transmite mejor (a una tercera parte, y con independencia de cuáles sean sus ideas) las convicciones del personaje que está interpretando, que incluyen la certeza de que encarna la verdad misma."
Y más:
"Es irrelevante hasta la calidad relativa de las películas que se representan, pues los papeles sencillos se interpretan mejor con éxito, con la consecuencia de que las cartas están marcadas en favor de las posturas esquemáticas y que se pueden expresar con esquematicidad. En cuanto al observador, lo único que se le pide es cierta capacidad elemental de identificación con una de las partes, unida a lo sumo a la peligrosa habilidad para sustituir un yo por un nosotros como hacen los hinchas del fútbol."
Una conclusión: Es la atribución de estabilidad a "yo" lo que convierte a los relatos de opinión en alegóricos [me he saltado una interesante explicación del uso de la alegoría], pues la alegoría aparece siempre que un concepto se hace autónomo respecto de su historia. Por otra parte es el papel positivo que se da al yo lo que convierte estos relatos en épicos. Toda mente encerrada en el lenguaje es capaz sólo de opiniones. ¿Pero hay alguna mente no encerrada en el lenguaje? Sí y no. El grado de libertad está en la cantidad de relaciones que las palabras pueden hacer presentes a su mente al mismo tiempo.
El autor cita a Simone Weil: "Toda mente que ha llegado a poder asir pensamientos inexpresables debido a la multitud de relaciones que se combinan en ellos (...) mora ya en la verdad" "Y poco importa que en su origen tuviera poca o mucha inteligencia, que haya estado en una celda estrecha o espaciosa. Lo único que importa es que, habiendo llegado al extremo de su propia inteligencia, fuera ésta como fuera, haya ido más allá". Me doy cuenta (yo ahora y Piera antes) de que aquí muchos que no lo hayan hecho antes (incluso veo sus caras) abandonarán la lectura de este post.
En fin, la que hay que liar para defender la verdad lírica (frente a lo que cree el vulgo la poesía no exige identificación a hierro con el yo del autor), con sus sugerencias, con su rollito libertario frente a la épica de la opinión.
¿Y la verdad del humor? Yo veo en el siguiente vídeo todo más resumido aún:
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