Vengo de un funeral, el del tío de Juan Sebastian Bach, Tobias Lämmerhirt. Iba sólo a dar la
cabezá, pero luego me he quedado por la música.
La sonatina inicial es una de las obras maestras de Bach. El mármol frío de las flautas dulces y el calor de las violas...
Luego el coro nos dice de qué se trata
2a. Chor
Gottes Zeit ist die allerbeste Zeit.
In ihm leben, weben und sind wir,
so lange er will.
In ihm sterben wir zur rechten Zeit,
wenn er will.
2a. Coro
El tiempo de Dios es el mejor de todos.
En él vivimos, nos movemos y estamos,
tanto como Él quiera.
En él moriremos en el tiempo fijado,
cuando Él quiera.
3 comentarios:
¡qué bonita audio-guía comentada y traducida!
.
el pasado 10 de mayo tuve la suerte de acudir a un concierto increíble en el Auditorio Nacional; fue un monográfico dedicado a György Kurtag, y en su primera parte se interpretó la impresionante Hipartita para violín solo.
Pero el plato fuerte estaba por llegar: el propio Kurtag y su señora esposa (ambos circa 80 años) subieron a tocar piezas del Jatekok del propio Kurtak (una colección de miniaturas para piano) e, intercaladas, algunas de sus transcripciones para piano a cuatro manos de Bach. Y lo hicieron tocando en un piano vertical con supersordina ligeramente amplificado. El pedal de supersordina resultó algo mágico, pues el fieltro sobre las cuerdas producía un filtro de frecuencias y de armónicos muy curioso, de modo que las resonancias daban al sonido un aire de fantasmagoria e inestabilidad fabulosas. De repente aquella sala de conciertos se convirtió en una sala de estar, en el saloncito de la casa de aquellos dos ancianos que tocaban de espaldas al público. El piano vertical, con su timbre especial, dotaba de una intimidad inusual a aquella música. Además, las transcripciones escritas por Kurtag obligan a los intérpretes a tocar cruzando las manos centrales, de manera que los brazos quedaran así mismo entrelazados.
Así, a la emoción de escuchar una música sublime (la de Kurtag, la de Bach... La Música) se le sumaba el impacto visual de la escena, una escena de amor, de amistad y de vida compartida que nos llenó a muchos los ojos de brillo.
Un brillo que se hizo lágrima cuando, para cerrar el concierto, comenzaron a sonar las primeras notas de la Sonatina de la Cantata "Actus Tragicus" BWV106 que, estoy de acuerdo contigo, Antonio, es una de las obras maestras de Bach.
http://es.youtube.com/watch?v=yx-kKRvL8Uw
¡Qué suerte estar en ese concierto!
Recuerdo lo que me emocioné al escuchar la versión de los Kurtag de la sonatina del Actus Tragicus cuando salió el disco...
Esa maravillosa cantata, por Diossssss... Qué delicia. No está nada mal la versión del sello Mirare.
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