miércoles, 31 de marzo de 2010

Inconsciente

El siglo XX no tiene buena fama: guerras, genocidios, dictadores… Ya lo decía el pasodoble de la comparsa “El pitorreo” en el Carnaval del 2000; y el célebre tango “Cambalache” mucho antes, cuando la centuria todavía era joven. El autor del tango dice que sabe que el mundo ha sido siempre una porquería, “¡en el quinientos seis y en el dos mil también!”, pero que “el siglo XX es un despliegue de maldá insolente”. En parte, porque no se sabe quién es quién, aclara después.

Sin embargo, hay dos herencias transcendentales del pasado siglo que han complicado nuestras vidas… “Complicado” en el doble sentido de “hecho más difíciles” y también de “hecho más ricas”. Una de ellas (la otra la dejaremos, si acaso, para otro día) es la teoría que intenta explicar eso de querer decir una cosa y que nos salga otra. Los lapsus, algunos chistes, los actos fallidos, ciertos síntomas… y, muy especialmente, los sueños dejan asomar trocitos de algo que nos conforma, pero que no llegamos a entender; que por igual nos aterra y alienta nuestra creatividad.

El inconsciente, en parte colectivo o común a la especie (o incluso al género, la familia, el orden…) y en parte tan personal como la huella dactilar, reconocido ya por los sabios del siglo XX como algo “real”, vino a dar un relieve nuevo a nuestras vidas. Nos llenó de polifonía, permitió que nuestras almas asumieran que pueden cantar a varias voces. Que no somos sólo lo que decimos que somos, lo que queremos ser, lo que nos dicen que hemos de ser. Que no somos sólo alumnos, o profesores, o ciudadanos, o súbditos, o víctimas, o verdugos, o ateos, o creyentes, o delincuentes, o gente de paz, o realidades, o sueños… Que tenemos que descubrirnos cada mañana.

Antonio Torralba

[Artículo publicado en la revista escolar JACARANDA. Núm. 1. Revista del I.E.S. La Janda de Vejer de la Frontera]

8 comentarios:

Pablo J. Vayón dijo...

Ay, Antonio. El subconsciente... Los científicos llevan un rato buscándolo, y nada, que no dan con él...

Antonio Torralba dijo...

Jajaja. Vaya, ¿y por qué lo buscan? ¿Será un reducto de tendencia al pensamiento mágico el que lleva a algunos neurofisiólogos como Kandel a sentir interés por el psicoanálisis?

Pablo J. Vayón dijo...

Nada extraño... También hay muchos que siguen buscando a Dios...

Antonio Torralba dijo...

Ya. Pero hay una diferencia importante entre buscar (¡y no digamos encontrarlo!) a Dios y tener en cuenta la naturaleza de los procesos mentales inconscientes a la hora de explicar la conciencia.

Anónimo dijo...

Buscaba a Dios fuera, y descubrí que estaba dentro de mí
(Teresa de Jesús)
¡Malos tiempos para encontrar a Dios nó!
Mª Luisa.

234yess dijo...

Antonio quiero hablar contigo para.
Es que soy una alumna de Ana del Moral quiero que me ayudes en una pequeña cosa si tienes alguna cuenta aparte de esta me la envias

Yessica Muñoz PEREZ

Antonio Torralba dijo...

Claro. Puedes escribirme a la cuenta que figura en el blog y que es ésta:
antonines@gmail.com
Gracias por tu visita

234yess dijo...

Ya ves es que es una gran ilusión preparar para mi grandiosa profesora de musica (mi inspiración para que yo tambien lo quiera ser)y ya que ella me enseño al grandioso philippe jaroussky me gustaria de alguna forma darle las gracias.
Aunque ya le haga retratos de el.