jueves, 20 de agosto de 2009

Al servicio de la fiesta


Preparación para la fiesta y escenas de carnaval en un parque de Flandes de Sebastián Vrancx.

La polifonía profana tenía su sitio natural en la fiesta. Observemos esta escena ya de los finales del Renacimiento. Hay cuatro cantantes cada uno con su libro. Hay que saber que normalmente la polifonía se escribía no en partitura (todas las voces agrupadas en sistemas), sino con las partes por separado; es decir, había un libro con la parte de soprano (que en este caso quizás está siendo doblada por el rabel), otro con la parte de bajo (que quizás dobla el bajón), etc. ¿Y qué hace el laudista que ha dejado el estuche sobre una corneta curva en el suelo? Presumiblemente, y aprovechando el carácter homofónico de estas polifonías profanas, está haciendo acordes resumiendo todas las voces a partir del bajo. Por eso lee del mismo libro que el bajón. De esa costumbre irá surgiendo poco a poco la técnica que caracterizará toda la época siguiente: el bajo continuo.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

El origen del Carnaval y las fiestas y festivales yacen bajo la Comedia Antigua, para romper una vez al año con todos los tabúes, y proporcionan una liberación de tanta tensión social, y sus consecuencias volverán a observarse escrupulósamente cuando vuelva a imponerse y se emprenda la vida normal. ¡He DICHO! jajajaj....
(Que se lo digan a la Lobo, de Cái)

Anónimo dijo...

En el comentario anterior hay un lapsus Teólfila Martínez nó Lobo.
Perdón.

Anónimo dijo...

En el Carnabal 2009 de Córdoba)
"El Coro Puerto Rico" canta una de sus canciones carnavalezcas diciendo esta frace:
(El Carnaval es la fiesta más bonita que parió la Libertad)